Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), hasta septiembre de este año se habían reportado más de 3.000 incidentes con armas de fuego. Algunos de esos casos conmocionaron al país y reflejaron la percepción de inseguridad que tiene la sociedad en general respecto a la criminalidad y hechos violentos con este tipo de aparatos.
Este sentimiento generalizado ha hecho que más ticos consideren la opción de comprar un arma para uso personal, sin embargo, es fundamental que la persona considere cuál será la función de la misma, señaló Fernando Gamboa, el experto en Criminología de Grupo EULEN Costa Rica.
La tenencia de un arma de fuego no es garantía de que no vaya a existir un hecho violento, pero sí es una responsabilidad psicológica y social de la persona portadora, quien debe conocer y analizar en qué momento se debe accionar.
“Es comprensible que los ciudadanos quieran protegerse de la criminalidad, pero portar un arma conlleva una responsabilidad civil que no es para cualquiera. Tener un entrenamiento adecuado es primordial, porque en este proceso se adquieren habilidades teórico-prácticas para la toma de decisiones respecto a la utilización de las armas”, detalló el experto.
La norma indica que si una persona acciona un arma debe estar segura que dará en el blanco, pues de lo contrario, el panorama puede jugarle en contra. Por eso, detrás de hechos violentos se debe analizar el contexto, por ejemplo: personas, lugares, vehículos, etc., valorando si vale la pena o no el riesgo. Esto es parte de la formación por la que debe pasar un portador de armas.
¿Qué debe cumplir para un permiso de portación de armas?
Para portar un arma, en Costa Rica las personas deben cumplir con el examen teórico-práctico, una prueba psicológica, no tener antecedentes criminales, entre otros.
En 2019, la Asamblea Legislativa aprobó dos reformas a la Ley de Armas y Explosivos. La primera, dispone que una persona podrá tener registradas dos armas de fuego en Costa Rica y, la segunda, endurece las penas de prisión por la posesión ilegal de armas, así como por la portación permitida por la Ley, pero sin el debido permiso.
Otros de los esfuerzos a nivel país que se han realizado son las operaciones táctico-operativas para decomisar y controlar la portación de armas de fuego.