Ana Martínez, una nicaragüense de 30 años y madre de tres niños, admite que fue un error intentar quitarse la vida y buscó ayuda médica para no volver a buscar la solución en una medida que atentaría además contra su propia familia.
Su caso no es único. Como Martínez, otros nicaragüenses han recurrido al suicidio o lo han intentado. En 2022 al menos 426 personas se suicidaron en Nicaragua, según datos oficiales.
Las cifras muestran un leve incremento en relación con el 2021, que contabilizó 365 suicidios y 330 en 2020.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 77 % de los suicidios se produce en los países de ingresos bajos y medianos.
“Hace pocos meses intenté quitarme la vida, y muchos me criticaron y me dijeron que estaba loca y sinceramente, en ese momento no pensé en lo que hacía”, dijo Martínez a la Voz de América.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los suicidios e intentos de suicidio tienen un efecto dominó, que afectan no solo a estas personas, sino a sus familias, comunidades y sociedades.
Martínez tiene tres hijos: un niño de 10 años y dos niñas de 4 años y 5 meses. Cuando cometió “ese error” -dice- ella fue sola al hospital para decir qué había pasado y pedir ayuda “por el bien de su familia”.
“Lo hice sin pensar, no pensé en mis hijos, en mi familia, ni en quienes en verdad me quieren, solo pensé en el problema que tenía”, admitió la nicaragüense.
“Amo a mis hijos y no quiero un mal para ellos, hace seis meses aproximadamente me está atendiendo un psicólogo y me explicó que todo fue a causa de la depresión posparto, sumado a todo lo que me pasó en el pasado y lo que está ocurriendo en el país y en casa”, afirma.
Martínez contó que de niña fue víctima de abuso sexual, un trauma no resuelto, que ha impactado negativamente su vida.
Depresión asociada a las consecuencias de la crisis
Marcos, un joven de 25 años que prefiere no dar su apellido para resguardar su identidad, dijo a la VOA que ha tenido varios episodios depresivos como consecuencia de la división familiar a la que ha estado expuesto.
Sus hermanos salieron de Nicaragua tras la crisis sociopolítica de 2018 y él quedó a cargo de su madre, quien llora por sus otros hijos que están fuera.
“Ella quisiera verlos aquí y teme morir sin despedirlos”, dice.
En Nicaragua el suicidio ocupa el lugar 12 de las causas de defunciones publicadas por el Ministerio de Salud (Minsa), superando a quienes mueren por otras enfermedades como las relacionadas al hígado, por ejemplo.
La información divulgada por el Ministerio de Salud nicaragüense no especifica los antecedentes de las personas que se quitaron la vida o si estaban bajo algún tipo de tratamiento o terapias.
La crisis social que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018, la depresión y otros problemas, según expertos, estarían detrás del incremento de suicidios e intentos de suicidio en el país vecino.
A mediados de junio 2021 la OMS reportó que cada año se suicidan cerca de 700.000 personas a nivel mundial y el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.
Los expertos enfatizan que hay que aprender a identificar el impacto que tienen diversas circunstancias en las personas para evitar que culminen de forma trágica.