Por Rodrigo Cabezas
Los ciudadanos y la prensa están alarmados por este grave escándalo y la reciente y chabacana conferencia de prensa en donde se discutió. Sin embargo, tenemos muchos otros problemas que merecen igual o más atención.
Tenemos un gobierno que tiene su agenda propia y que no necesariamente es la mejor para Costa Rica. Se destituye a un super calificado Presidente Ejecutivo de la Caja por ejecutar un aumento salarial aprobado por el Ministerio de Hacienda cuando el ministro era quien hoy es presidente. En la empresa más grande de Centroamérica, la Caja, se nombra a una abogada y ex jueza sin experiencia para el cargo.
Se destituye a la Junta Directiva de esa institución por un conflicto de interés con ese aumento, en caso de que entre los más de cincuenta mil funcionarios podría haber un pariente de ellos. Incluso, se destituye a un brillante médico nombrado por el propio Poder Ejecutivo.
Al mismo tiempo, el Poder Ejecutivo quiere vender al Banco de Costa Rica y parte del INS, extiende contratos sin que medie ningún proceso, como en Caldera. Se debilita a la Caja y al ICE.
La reactivación económica no se ve, la canasta básica no ha bajado, el precio del arroz tampoco, pero si subirán los ingresos de los importadores al bajar los aranceles. Los productores, desaparecerán pronto.
A las puertas de una nueva ola de Covid-19 la rectoría de la salud está en manos de una médica general sin estudios ni conocimientos de salud pública.
Así las cosas, conviene distraer a la ciudadanía con un gobierno de pan y circo, aunque el pan brille por su ausencia.