Una vecina de Dulce Nombre de Ciudad Quesada, San Carlos, se llevó un tremendo susto cuando encontró una serpiente venenosa, de casi un metro de largo, dentro de uno de sus bolsos de mano.
Según el relato de la mujer, quien pidió a La Región no revelar su nombre, se alistaba para salir de su casa y al tomar el bolso que colgaba en un gancho de su ropero sin puertas, logró ver a la terciopelo antes de que pudiera haber ocurrido un accidente.
“Me paralicé, fue un susto tremendo. Nunca imaginé que una terciopelo se metiera a mi casa y menos, que escogiera uno de mis bolsos para esconderse. Con la ayuda de mi esposo y un vecino, lograron atraparla”, contó esta Sancarleña aun asustada y un escalofrío recorría su cuerpo.
Ella sospecha que el reptil ingresó a su casa por una ventana de la cocina, que por lo general queda abierta porque tiene verjas y que está próxima a un sector con abundante vegetación, como una cerca de amapola y unas matas de plátano.
“Creemos que entró por la noche, se desplazó hasta el cuarto y ya en el ropero, se metió en mi bolso, como ha llovido y ha estado tan frío estos días”, agregó esta vecina de Dulce Nombre.
Pero además de este caso en Dulce Nombre de Ciudad Quesada, este medio supo que una familia de Corazón de Jesús de La Tesalia se encontró hace unos días con otra terciopelo arrollada en las rejas de una ventana del corredor.
También, en La Tigra de San Carlos apareció la semana anterior una toboba más en el patio de una vivienda, oculta en la “casita” del área de juegos de las niñas, luego de una crecida del río La Esperanza.
Bomberos atienden más emergencias por serpientes
Los Bomberos de la Estación de Ciudad Quesada confirman que cada vez son más frecuentes los llamados de auxilio por hallazgo de estos reptiles dentro de casas de habitación.
Ronald Arce, Subjefe de la Estación, explicó que, con el aumento de las lluvias, las culebras buscan los lugares secos y cálidos para guarecerse, tales como bodegas, corrales, gallineros o casas de habitación, lo cual hace necesario reforzar la parte preventiva para evitar cualquier accidente.
“Es importante mantener limpios los alrededores de las casas o corrales, así como cerrar bien las puertas y ventanas al anochecer, encender la luz antes de levantarse por las noches y en caso de ubicar una serpiente, llamar de inmediato al 9-1-1”, destacó Arce Rodríguez.
De acuerdo con Arce, la presencia de boas es la más común, pero en múltiples casos se trata de víboras como la bocaracá, la coral o la terciopelo, que son altamente venenosas.
La población de serpientes terciopelo ha venido en aumento en el territorio nacional debido a factores como el exterminio de sus depredadores naturales, tales como los gavilanes, así como al cambio climático.
Según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cada año atienden alrededor de 500 pacientes mordidos por una serpiente venenosa en todo el país.