El cambio climático no ha provocado la sequía de varios años que castiga zonas de Argentina, Uruguay, Brasil y Bolivia, aunque el calentamiento sí está empeorando algunos de sus efectos, según un nuevo estudio publicado por científicos internacionales en World Weather Attribution.
Los tres años del fenómeno meteorológico natural de La Niña, un enfriamiento del Pacífico central, que cambia los patrones climáticos mundiales de forma temporal y que está durando mucho más de lo habitual, es el principal culpable de la sequía que ha devastado el centro de Suramérica y que aún persiste, dice el reporte.
La sequía afecta a la región desde 2019. El año pasado fue el más seco en el centro de Argentina desde 1960, se perdieron cosechas de forma generalizada y Uruguay declaró una emergencia agrícola desde octubre. También el suministro de agua y el transporte se vieron afectados.
“No hay indicios de cambio climático en las precipitaciones”, expresó el coautor del estudio, Friederike Otto, del Grantham Institute en el Imperial College de Londres. “Pero, por supuesto, eso no significa que el cambio climático no juegue un papel importante en el contexto de estas sequías. Debido al incremento récord de calor que observamos, la tierra se seca más rápido y el impacto es más grave de lo que habría sido de otro modo”, agrega.
El calor ha aumentado la evaporación de la escasa agua que hay, empeorado la falta de agua natural y agravado la destrucción de cosechas, según los científicos. El mismo grupo de expertos descubrió que el cambio climático había hecho 60 veces más probable la ola de calor del pasado diciembre.
Además, la deforestación en el sur de la Amazonia alcanzó en 2020 su tasa más alta de la década, lo que implica que hay menos humedad disponible más al sur en Argentina, dijo la autora principal del informe, Paola Arias, climatóloga y profesora de la Escuela Ambiental de la Universidad de Antioquia, en Colombia.
El equipo de científicos de World Weather Attribution emplea observaciones y modelos climáticos para determinar si el cambio climático es un factor en la frecuencia o la intensidad de un fenómeno climático extremo.
En el caso de esta sequía al Sur del Continente, los modelos muestran un ligero y poco significativo incremento de humedad derivado del cambio climático, pero, una clara conexión con La Niña, que según los científicos se está disipando.