San Roque, un santo que ha suscitado devoción en todo el mundo por sus milagros en épocas de enfermedades y plagas, ahora acompaña, alimenta la fe y las esperanzas de los antiguos habitantes de Las Rocas, quienes emprendieron este año el proyecto de rescatar a su pueblo, casi fantasma.
En esta comunidad rural, ubicada en el distrito de San Lorenzo de San Ramón. habitaban alrededor de 30 familias, quienes emigraron a lugares cercanos como Los Criques y Valle Azul ante la necesidad de centros de estudio y de salud para sus miembros. El pueblo quedó, prácticamente, vacío.
Ángel Villalobos, vocero de la organización, dijo a La Región que, además de las mejoras al camino de lastre con los fondos recaudados durante la popular cabalgata de mayo anterior, el proyecto de levantar una Capilla de Oración es otra de las metas a corto plazo, oratorio que decidieron consagrar a San Roque.
“Nuestra idea es volver a reencontrarnos como vecinos y hacer de Las Rocas un lugar de paz, donde la gente pueda venir a hacer turismo, meditar y orar”, dijo Villalobos.
Las Rocas es un lugar bordeado de exuberante naturaleza, que produce una agradable sensación de bienestar y paz interior al visitarla. Está ubicada al pie del Bosque Eterno de Los Niños, la reserva natural privada más grande de Costa Rica y el asentamiento Criques.
La vegetación que rodea este lugar destila paz, armonía y abre oportunidades de desarrollo social y económico, pues posee un potencial turístico enorme.
No obstante, desde sus inicios como comunidad ha carecido del apoyo estatal necesario para sus habitantes, gente trabajadora y con enormes deseos de superación, lo cual colocó al pueblo en vías de extinción.
Luego de migrar, sus propiedades las destinaron al pastoreo de animales y áreas de montaña, pero ahora varios de esos lugareños, junto a sus hijos y nietos, decidieron rescatar sus raíces y retornar a su antiguo hogar.
“Para la futura capilla de San Roque se necesitan recursos económicos y en eso estamos trabajando. Este proyecto que estamos desarrollando nos parece muy interesante, pues lo que buscamos es el bien y la paz de todos”, insistió Villalobos.
Después de la construcción de la Capilla de Oración, Las Rocas también apuesta a reconstruir el cementerio, donde ahora solo quedan unas pocas cruces en pie en memoria de los primeros colonos.