Las relaciones impropias y el alto número de adolescentes embarazadas que todavía se registran en esta Zona Norte reflejan la realidad de la violencia de género, asociada a relaciones abusivas, que vulnera la vida de decenas de menores en esta región.
Los Chiles es el cantón más golpeado por este flagelo, un problema que según datos de la Dirección regional del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), ha venido en aumento desde la apertura del puesto fronterizo en Tablillas.
Sin embargo, esta cruel realidad también golpea a niñas, de entre 10 y 17 años de edad de San Carlos, Guatuso y Upala.
Solo en 2021, la Dirección regional del PANI atendió 310 casos de adolescentes embarazadas en la Zona Norte, la mayoría de ellas abusadas sexualmente por sus propios familiares o allegados.
La abogada María Amalia Chaves, Directora regional del Patronato, confirmó que se trata de violaciones de derechos muy graves, que afectan el desarrollo y marcan para siempre la vida de esas menores.
“Aunque ahora existe más responsabilidad de prevenir y evitar las relaciones impropias, todavía muchas niñas y las adolescentes de la Zona Norte enfrentan distintas situaciones de violencia que las impactan de manera directa y en muchos de los casos, las condenan a la pobreza o la exclusión por asumir la maternidad”, enfatizó Chaves.
Las relaciones impropias son desiguales y de poder entre una persona adulta y una persona adolescente, que violentan el desarrollo emocional, académico, intelectual y social de las niñas.
La abogada Chaves Peralta agregó que, aunque las cifras son inquietantes, el número de nacimientos en niñas y adolescentes lo han logrado disminuir en los últimos meses con la aplicación de nuevas políticas de educación sexual.
Pero, las autoridades locales del PANI también admiten que el problema sigue lejos de desaparecer en la Zona Norte, ya que un amplio sector de la población ha normalizado la cultura de las relaciones impropias.
“En el tema de adolescentes madres, la situación ha mejorado no por la conciencia de las personas adultas de evitar tener relaciones sexuales con personas menores de edad, sino por la aplicación de un programa anticonceptivo, aprobado por el Ministerio de Salud para frenar este tipo de embarazos”, adicionó la abogada.
Las adolescentes madres atendidas por el PANI reciben atención psicológica, afectiva y educativa hasta los 18 años; cuando alcanzan la mayoría de edad pasan al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para el tema proyecto de vida.
A nivel nacional, una docena de niñas menores de 14 años dio a luz cada semana durante el año 2.000.
Cabe recordar que, desde 2017, en Costa Rica rige una Ley que castiga hasta con tres años de cárcel a quienes siendo mayores de edad mantengan relaciones sexuales con personas menores de 15 años.
Los habitantes de la Zona Norte pueden ayudar a prevenir las relaciones impropias, vía 911.