Los hatos ganaderos de la Región Norte se encuentran, hasta ahora, libres de Rabia Paralítica Bovina, una enfermedad producida por un virus que ataca el sistema nervioso central de los animales y les provoca la muerte.
Eliud Herrera, médico veterinario y Director regional del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) confirmó a La Región que, este año no se ha presentado ni un solo caso de rabia en la zona. Tampoco hubo brotes durante el 2021, pero mantienen monitoreos preventivos en fincas.
“Nosotros lo que recomendamos siempre a los productores es que vacunen contra la rabia. Hemos estamos haciendo muestreos de animales con síntomas compatibles con esta enfermedad viral, pero han salido negativas. Este año no hemos tenido brotes”, afirmó Herrera.
SENASA, eso sí, insiste a los productores en la importancia de vacunar sus reses como una acción preventiva, ya que, si bien no han aparecido casos en los últimos veinte meses, el virus persiste aquí.
En 2003, esta Zona Norte incubó el brote de Rabia Paralítica Bovina más grande en la historia de nuestro país, que produjo la muerte de más de 100 cabezas de ganado y cuantiosas pérdidas económicas a los productores, principalmente, pequeños y medianos ganaderos.
El especialista en salud animal agregó que después de esa fecha, hubo brotes pequeños en Upala, Guatuso y el distrito de Pocosol de San Carlos, que lograron ser controlados de una manera oportuna.
El virus de la rabia vive en las poblaciones de vampiros, por lo que la vacunación es el principal antídoto contra esta enfermedad, que también puede transmitirse a los seres humanos, advirtió el médico veterinario.
“La rabia es una enfermedad zoonótica, que afecta a los animales y al ser humano. No se transmite por el consumo de carne, la forma en que nosotros podemos adquirir rabia es por la mordedura de un animal silvestre contaminado o por la saliva de una res enferma al momento de la manipulación. Si tenemos una herida en la piel, tenemos riesgo”, insistió Herrera.

Los animales con Rabia Paralítica Bovina presentan síntomas como desorientación, salivación excesiva, caídas, problemas para ponerse en pie y convulsiones.
Herrera Jara señaló que, esta enfermedad no tiene cura, es decir, la vaca, perro o gato, por ejemplo, que se contagie con rabia es animal muerto.
Costa Rica registra brotes en estos momentos en Buenos Aires de Puntarenas y Pérez Zeledón, donde el Servicio Nacional de Salud Animal está trabajando con los productores y la Cámara de Ganaderos del Sur en acciones de detección temprana de casos y prevención.
SENASA también realiza captura de vampiros. Los ganaderos de la Zona Norte que deseen más información, pueden llamar al número de teléfono 2587-1881.