Las subastas de reses y las populares chicharronadas eran toda una tradición en el Hogar de Ancianos San Vicente de Paúl, de Ciudad Quesada, previo al Covid-19.
Cada trimestre, pequeños productores, comerciantes y familias enteras coincidían durante esta pintoresca actividad, que contribuía a fortalecer las finanzas de este centro de atención de adultos mayores. Pero, la pandemia lo cambió todo.
Sin embargo, después de la aplicación de la tercera dosis contra el virus pandémico a toda la población adulta mayor interna, así como al personal, la administración decidió empezar a gestionar los permisos necesarios ante el Ministerio de Salud con el deseo de volver a retomar ambas actividades en el primer trimestre de este año.
En el Hogar se sienten optimistas, más aún luego de conocer los cambios en las restricciones vigentes, anunciados en los últimos días por las autoridades sanitarias.
“Tenemos toda la ilusión de que el próximo 6 de marzo, cuando se cumplen dos años de la llegada de la pandemia en Costa Rica, podamos realizar la primera subasta y chicharronada. Ya estamos gestionando los permisos necesarios”, dijo a La Región Norman Alfaro, administrador del Hogar San Vicente de Paúl.
De acuerdo con Alfaro, están haciendo algunas divisiones para controlar de una mejor manera el aforo de personas al Rancho de Los Abuelos, donde llevaban a cabo la chicharronada, y reducir aún más el riesgo de contagio en caso de que Salud les de visto bueno.
El administrador del Hogar enfatizó en que, las ayudas que recibían se redujeron notablemente en los últimos 18 meses porque el Covid-19 también golpeó el bolsillo de todos sus colaboradores y los recursos estatales son insuficientes para todos los gastos.
“La posibilidad de reabrir la subasta nos ilusiona. Esta actividad nos permitiría recuperar parte de los ingresos económicos que nos hacen falta y contribuir a la reactivación económica de San Carlos”, agregó Alfaro.
El Hogar de Ancianos de Ciudad Quesada tiene capacidad para atender a 75 adultos mayores, pero en estos momentos solo hay 62 porque sus responsables insisten en que la pandemia ha debilitado las finanzas de este Centro de Larga Estancia, lo cual les impide atender toda la demanda.