Una sequía, que impacta desde hace décadas a varias regiones de Bolivia, se agudizó entre 2022 y 2023 en el municipio de Sacaba, en el departamento de Cochabamba, donde viven unas 250.000 familias.
El alcalde de la ciudad, ubicada en el centro del territorio boliviano, Pedro Gutiérrez, dijo a la Voz de América que las lagunas y pozos se están secando por falta de lluvias y se estima que el abastecimiento alcance solamente para unos dos meses.
“Estamos en emergencia, nos hemos declarado en alerta naranja, no nos gustaría para nada llegar a una alerta roja o declararnos en desastre, eso sería algo catastrófico”, afirmó.
Según la autoridad, más de 8.500 familias están en riesgo actualmente, pero podrían llegar hasta 35.000 porque se estima que los efectos climáticos serán más extremos.
“Este año tenemos la precipitación pluvial más baja desde 1950, menor a 200 milímetros, y ha incrementado la temperatura en los últimos 72 años un promedio de 5 grados Celsius. También las deforestaciones y los incendios están afectando”, explicó la secretaria municipal de la Madre Tierra y Desarrollo Productivo, Elfy Flores.
Cultivos perdidos y racionamiento de agua
El sector agrícola es uno de los más afectados con los cultivos de maíz y hortalizas, pues julio, agosto y septiembre son meses de siembra.
“La población lamentablemente ha dejado de sembrar porque es pérdida de semilla y trabajo. Hemos pedido a autoridades nacionales que nos proporcionen hidrogel para mantener húmeda la tierra y salvar la producción”, dijo Flores.
Mientras tanto se gestionan proyectos de construcción de nuevas represas para almacenar agua en las cordilleras aunque aún no se tiene garantizado el financiamiento.
En las zonas urbanas también la población reclama la falta de agua. Muchas familias sólo reciben agua una vez a la semana y se ven obligadas a contratar servicios privados, lo que incrementa su presupuesto cada día.
“Estamos comprando agua, no tenemos. A la semana una noche sale del grifo y tenemos que juntar para los alimentos, para cocinar, para asear. No sabemos hasta cuándo vamos a estar así”, relató Ana Rodríguez, vecina del municipio de Sacaba.
La escasez de agua podría extenderse
Durante un foro celebrado recientemente en el oriente boliviano, se abordó la problemática del agua, también tomando en cuenta la situación de otros países como Uruguay, que atraviesa la peor crisis hídrica de su historia.
Felipe Terán, uno de los expertos invitados señaló que la producción del biodiésel y la explotación del litio, actividades en las que se usan grandes cantidades de agua, pueden ocasionar mayores daños en otras regiones del país.