La persona adulta mayor debe alimentarse con harinas, grasas, proteínas, frutas y vegetales en las proporciones adecuadas, dependiendo de su condición para favorecer la ingesta de todos los nutrientes que necesita para tener una buena calidad de vida.
Para el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN), ser una persona adulta mayor es estar en una etapa más de la vida del ser humano que cuenta con características y condiciones particulares, que hacen que se necesiten estrategias de abordaje e intervención diferentes”.
Dentro de los factores que pueden influir en el estado nutricional de una persona adulta mayor y que se aconseja prestarles atención están:
- Las variaciones en el consumo de alimentos por diferentes causas, como saciedad temprana.
- La pérdida de peso significativa, rápida y no intencionada.
- Los cambios en la función sensorial.
- Los cambios en la cavidad oral y la presencia de xerostomía (sequedad en la boca).
- Los signos del trastorno deglutorio que pueden generar problemas serios como aspiración y/o atragantamiento.
- Los síntomas o diagnósticos gastrointestinales.
- Los cambios fisiológicos que se dan en la composición corporal.
- El nivel funcional y de movilidad.
- Los factores socioeconómicos, problemas emocionales y cognitivos.
La Dra. Génesis Soto, representante de este Colegio de Profesionales, dice que una persona adulta mayor, usualmente, puede comer una dieta igual a los demás miembros de la familia, solo hay que considerar que esa alimentación sea de su agrado y que a su vez, no represente ningún riesgo considerando sus diagnósticos de salud, su capacidad de masticación y deglución.
En el caso de los centros que atienden a esta población, la profesional en nutrición hace las siguientes recomendaciones generales:
- Realizar una valoración individual para conocer las necesidades y las condiciones de los adultos mayores para consumir alimentos.
- Tratar que los platos servidos cumplan con una adecuada distribución de los grupos de alimentos, priorizando un aporte óptimo de proteína, ya que en esta etapa se puede tener una pérdida significativa de masa muscular por la biología natural del ser humano y por el contexto de movilidad limitada que podrían tener algunos.
- Promover el consumo de vegetales a través de presentaciones sencillas de consumir y agradables usualmente para esta población como por ejemplo picadillos o cremas.
- Evitar ofrecer caldos o sopas sin sólidos enteros o licuados como plato principal, ya que no tienen un valor nutricional adecuado para realmente nutrir a la persona.
Se tiene la creencia de que el adulto mayor debe comer poco, pero, a criterio de la nutricionista debe consumir lo que su cuerpo necesita para satisfacer sus necesidades fisiológicas, lo que disfrute, le brinde nutrientes y no le genere un riesgo para su salud.