¡ESTE 8 DE MARZO RECORDEMOS LOS CIMIENTOS DEL FEMINISMO!
A sabiendas de que la autora Yadira Calvo es fiel amante de los testimonios de las mujeres que lucharon por la defensa de sus derechos en Costa Rica, es posible deducir que la feminidad fue cuna de un poder que aún se sigue gestando en las mujeres ticas.
Considero que faltan muchas discusiones por llevar al Plenario Legislativo; no refiriéndome solamente a similares a las que ya se dan, como los derechos sexuales y reproductivos; sino las orientadas a mujeres indígenas, mujeres de pueblos rurales y mujeres con discapacidades motoras, (que no les impidan desarrollar otras habilidades, como la docencia o el emprendedurismo en áreas no convencionales); pero que no sean solamente del casco central sino de zonas alejadas, dentro del país. No es lo mismo la ruralidad de Heredia que la ruralidad de la Zona Sur (Talamanca).
Estas mujeres necesitan con urgencia más casetas policiales cerca, más oficinas y personal capacitado y dispuesto a brindar un servicio, instituciones como: CEN CINAI, Bomberos, INAMU, INA, AyA, sedes del INS, Cruz Roja, CCSS y EBAIS… y necesitan mayores fuentes de empleo y capacitación para optar por puestos de trabajo y otros medios de igual o mayor alcance. Estas intenciones han sido eternas, sin embargo; se dan por sentado queriendo innovar; pero no se puede tener un Lamborghini si se va a meter a una calle inundada de barro, o a una casa llena de goteras. Muchos no viven, sino que sobreviven. Primero se debe arreglar la vida y luego la calidad de vida.
Creo firmemente que estos temas se han dejado de seguir desde hace muchos años. A muchos políticos les gusta copiar legislación de otros países, pero no han preparado a la población ni mejorado sus condiciones. Hace un par de años escribí personalmente, mediante Facebook, a una miembro de la Municipalidad de San Carlos para ver qué sabían ellos sobre unas carreteras intransitables por el barro rojo y deseando saber por qué no se había hecho algo al respecto en Pocosol y Cutris (La Ceiba, Tiricias, Coopevega, Llano Verde, El Concho; entre otros), y no se dignaron a responder. Solamente esperaba una respuesta para llamar su atención y alzar la voz por ese problema, que creo que todavía sigue igual. Dudo que hayan visto mi mensaje. Porque la gente piensa que ya deben estar haciendo algún trabajito por ahí y, sin embargo, nadie da seguimiento a eso.
Seguramente los encargados piensan: “¡ah, esa pobrecita gente de aquellos pueblos allá tan allá!”, sin pensar realmente en que también son costarricenses, que cantan el himno a todo pulmón, que ven en la bandera su refugio y el de su cultura y costumbres… He visto cómo los niños, niñas y adultos en zona rural, sienten las fechas cívicas y la manera en que sin importar si es bajo el sol o bajo la lluvia, se reúnen y conmemoran dichas fechas patrias. Padres y madres de familia envían a sus hijos a escuelas casi en ruinas por las condiciones climatológicas; demostrando esfuerzo y dedicación por su futuro y son merecedores de apoyo y atención por parte del Estado.
¡NO DIMENSIONAMOS LA GRAVEDAD DE ESTE DESCUIDO!
Particularmente, hace falta mayor presencia femenina; ojalá de mujeres lejanas al centro del país, y mayor consciencia del significado de equidad, para conseguir que a la mujer se le otorguen derechos sin poner sobre la mesa otros asuntos antes que lo que demanden ellas al Estado.
Por ejemplo, que se pongan sobre la mesa temas de inflación, impuestos, negociación internacional o, incluso, temas de corrupción y demás, posponiendo la discusión definitiva de temas referentes al género femenino, como el acceso a tampones y toallas que tenga la niña y mujer en sitios de difícil transitabilidad. En Pocosol, en las fincas enormes, tienen que salir a caballo cuando no cuentan con un carro de trabajo o un “Chapulín”.
¿Y las que no tienen ni siquiera un caballo?
Afirmo que la situación era precaria hasta hace unos 10 añitos; pues, tuve la oportunidad de visitar “Los Lirios”, donde tomamos agua de pozo. Cualquier emergencia que se de ahí y que merezca una ambulancia, debe soportar un viaje de dos horas o más, sólo para llegar a la carretera donde se espera un bus que pasa como dos o tres veces al día.
¡HAY QUE SEGUIR PROPICIANDO EL CAMBIO DE MENTALIDAD CULTURAL!
Sobre las portadas de prensa es claro que ha habido un cambio de perspectiva a nivel social. Pero a nivel cultural todavía falta mayor sensibilización, que en mi opinión se ha visto distorsionada por tanta polémica en manifestaciones feministas. No obstante, un verdadero cambio se verá hasta que salgan de función los viejos modelos de política. Los líderes actuales, son en algunos casos hombres longevos que tienen muy marcada su forma de proceder y no ceden ante casi nada.
Debe entrar personal joven, con nuevos aires y nuevas visiones; que sí, vean con aras al futuro, pero que se ocupen también de lo más básico y necesario para las poblaciones alejadas, de las montañas de Talamanca, Guatuso, entre otras, así como las costas del territorio nacional, para que lleguen más oportunidades de negocio y trabajo, más turismo, más salud, más de todo. ¡Qué lo que hay en San José, Heredia, Alajuela y Cartago, exista también y en igual medida en todo pueblo de Costa Rica!
Eso sí que sería un aporte contra la discriminación.
A pesar del auge que ha tenido el feminismo con discusiones como el divorcio, aborto y otros temas; no parece ser suficiente si se contrasta con las necesidades que pasan desapercibidas y que resultan ser, incluso, ignoradas por culpa de las manifestaciones desordenadas que desvían la atención de las causas justas que son pedidas.
Necesidades como el acceso al agua potable, nuevas escuelas, colegios y universidades, centros de salud, farmacias, oficinas regionales de bancos, cajeros automáticos, y más fuentes de empleo; son justas y merecedoras de atención por parte de los miles de mujeres que, de hecho.
El feminismo actual, aunque se basa en el feminismo de antaño, debe ampliar su enfoque, debe abrirse a nuevas posibilidades para la mujer rural y con discapacidad volviendo su mirada a los aspectos más básicos de la civilización, para buscar la forma de actualizar las escuelas de zonas indígenas, entre otras.
Hablando sobre las próximas elecciones, específicamente orientándose con respecto a la “paridad en las papeletas de votación”, considero que sería un buen objetivo propiciar que las mujeres políticas ocupen un mayor número de espacios en las papeletas. Porque de nada sirve que haya “paridad” si de igual forma las opciones no son parejas y es mayor la cantidad de hombres propuestos. De las dos opciones, muchas personas que no conocen nada del tema, se van a ir por la opción que se repita.
Aunque tampoco se debería “satanizar” a todos los hombres políticos; pues para que se abrieran espacios y se crearan más leyes a favor de las mujeres, tuvo que haberse doblegado al menos un hombre que estuviera involucrado. Por supuesto que todo fue a raíz de una ardua y dificultosa lucha y persistencia femenina; hay hombres que han sido sensibilizados y no se deben meter en un mismo saco.
Artículo de opinión Llildrey Vanessa Vargas Arroyo, una sancarleña que estudia Turismo Ecológico en la Sede Guanacaste, UCR.