La Policía de Tránsito está preocupada por la cantidad de personas que conducen alcoholizadas por las vías nacionales, algunas, incluso, con sus familias y poniendo en peligro a todos.
De acuerdo con estas autoridades, durante el 2022 dieron positivo 3.330 conductores, de un total de 16.907 pruebas realizadas, lo que representa el 20% del total.
Felipe Venegas, Jefe de Operaciones Policiales de la Policía de Tránsito, dijo que esos números, más que satisfacción por el deber cumplido, les inquietan porque el licor es un detonante de accidentes y muerte en carreteras.
“Lamentamos que sean tantos los que insisten en conducir en esta condición, lo cual refleja un alto sentido de irresponsabilidad. Cuando algunos conductores nos critican porque se les obliga a usar cinturón, si es su vida la que está en riesgo, podemos decirles que es una forma de protegerlos, pero cuando un conductor circula en estado de ebriedad, con su vehículo, hablamos de una persona que podría matar inocentes, no solo se causaría daño él y eso es lo más lamentable de esa conducta”, enfatizó Venegas.
De los 3.330 conductores detenidos y sancionados por manejar bajo los efectos del licor, 2.557 fueron remitidos al Ministerio Público para afrontar una causa penal por este delito porque estaban completamente etílicos.
Las autoridades de Tránsito también lamentan que solo en diciembre, 446 pruebas dieran positivo, lo que significa que en solo un mes detectaron al 14% del total registrado el año pasado.
Venegas enfatizó que, tristemente, en Navidad aumenta considerablemente el consumo de licor y los accidentes mortales, una realidad que opaca la alegría y la ilusión de una de las épocas más bonitas de cada año.
La multa por conducir pasado de tragos es de ¢334.000.