Después de que se confirmará la muerte de un bebé sancarleño tras una aparente golpiza, las autoridades judiciales ratificaron que la casa de habitación de los padres, ubicada en Cedral de Ciudad Quesada, está siendo custodiada por la policía.
La madre, de apellido Cordero, de 28 años de edad, y su compañero sentimental, apellidado Lúquez y de 27 años, son hasta este momento los principales sospechosos del infanticidio.
El recién nacido, de apenas 2 meses de vida, falleció en el Hospital Nacional de Niños debido a múltiples lesiones por una presunta agresión brutal, que le provocó una insuficiencia respiratoria severa, entre otros cuadros clínicos.
El bebé fue trasladado anoche desde el Hospital San Carlos hasta el centro médico infantil en estado crítico, donde murió en las últimas horas, confirmó el hospital capitalino esta mañana.
La doctora Olga Arguedas, directora del centro médico infantil, indicó que el menor presenta signos múltiples de violencia.
“Se le encontraron muchos signos de violencia infantil en los exámenes físicos y estudios adicionales que se le hicieron”, dijo Arguedas.
Por su parte, la oficina de prensa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) comunicó que tras la alerta por el fallecimiento del pequeñito, se coordinó con la delegación regional de la policía judicial, la custodia de la casa.
Preliminarmente, La Región supo que los padres del bebé fallecido no registran antecedentes de violencia ante el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Ambos progenitores permanecen bajo custodia de la Fiscalía de San Carlos, en una celda judicial, ya que la investigación por este doloroso caso de violencia contra un recién nacido, que conmociona a todo el país, apenas comienza.