Ayer domingo en la Catedral de Quesada, los sancarleños se reunieron para dedicar una misa al expiloto y pionero de la aviación en la Región Huetar Norte, Alejandro Romero Talavera y desde ya, Un grupo de sancarleños entre ellos la periodista Angela Ulibarri y Mariano Barquero, pedirán que el Concejo Municipal de San Carlos, lo declare hijo predilecto del cantón.
Este pionero norteño, nació el 05 de abril de 1935 en Las Delicias de Upala, lugar donde vivió su primera infancia. Creció al lado de sus Padres Santiago Romero Espinoza y Doña Julia Talavera Miranda, compartió al lado de sus seis hermanos: Carmen, Amparo, Cesar, Manuel, Julio Y Ligia.
De la biografía escrita por Mayra Barquero, para Día de las Tradiciones Sancarleñas recuerda que sus padres les trasmitieron los valores del respeto, la solidaridad, la fe en Dios y la honradez. Promoviendo la unidad familiar
Curso su escuela primaria y parte de la secundaria en la Ciudad de Masaya y Granada, Nicaragua.
Luego se formó como Piloto de Aviación en San José de Costa Rica.
Casado con doña Hilda Barrientos Rojas, vecina de Colon Ciudad Quesada, con quien procreó ocho hijos. Hilda, Guiselle, Patricia, Ana Isabel, Alejandro, Max, Santiago, y Johnny con quienes disfruta en familia, ambos padres les ha inculcado a sus hijos el valor del trabajo, la solidaridad y el respeto .
Surco los cielos del país durante décadas, especialmente en su querida Aerovías San Carlos, donde prestó servicios de transporte aéreo, contribuyendo al progreso y desarrollo de la Región
Aproximadamente a inicios de la década de los cincuenta se establecieron los vuelos llamados “domésticos “.Se considera así, por el servicio que prestaron a pequeñas comunidades. Llenaban de imperiosa necesidad y fueron abriendo paso logrando cubrir con sus servicios hasta la última y minúscula parte del territorio nacional
Cuenta en su libro De Corazón Abierto de su autoría, Mi primer vuelo “solo” lo efectué en el aeropuerto de la Sabana, el día 11 de de 1954, después obtuvo su licencia comercial y le correspondió la numero C21. (Comercial 21) Luego regreso a su terruño, Upala, a efectuar vuelos desde ahí hacia otros aeropuertos como Cañas, Guanacaste y a San José.
Volaba con unas pequeñas avionetas monomotor Piper Tri-Pacer de cuatro plazas y 150 H.P. de fuerza, meses después estreno un Cessna 180, que represento para Don Cesar un avance inesperado. Esta nueva unidad, financiada por el Banco de Costa Rica, a seis años plazo, costo la suma de ochenta mil colones , pagaderos en cuotas de dos mil trescientos trimestrales con un interés del 6% , documento que aún lo conserva .
Don Alejandro y su Hermano Don Cesar ambos pilotos, se destacaron por su humanismo, en el ejercicio de sus funciones, siempre con la actitud de servicio a la comunidad, apoyaban en el traslado de personas enfermas,