Una misión del papa Francisco recabó información en Perú en torno al grupo católico Sodalicio, acusado de abusos sexuales a menores de edad, en otro episodio que ha dañado la reputación de la Iglesia.
Los enviados se reunieron durante la semana anterior con los líderes de la organización cuestionada y las víctimas de abusos ocurridos a fines del siglo pasado.
El fundador del grupo y uno de los implicados, el laico Luis Fernando Figari, ha negado las acusaciones.
Un reporte interno del grupo concluyó en 2017 que Figari, quien fundó la sociedad en 1971 y la dirigió hasta 2010, abusó junto con otros tres exintegrantes a 19 menores y 10 adultos. La mayoría de casos ocurrió entre los años 70 y el 2000.
“Hay que esperar los resultados de las reuniones porque ellos delegados del Santo Padre, tienen que recolectar la información, llevarla; nosotros esperamos los resultados”, dijo el Superior General del Sodalicio, José Correa, a su salida el miércoles de una reunión con los enviados del Vaticano.
La misión llega a Perú luego de que el papa Francisco ordenara, en el 2018, una intervención al Sodalicio, una organización que ha expandido en América Latina, Italia y Estados Unidos.
Entre los miembros del grupo católico en Perú había empresarios, escritores y políticos de las clases más altas peruanas y recibían financiación en el marco de una contraofensiva contra la “Teología de la Liberación”, que se puso del lado de los pobres.
“El Sodalicio se convirtió una institución totalitaria, vertical, en la que manipulaban física y psicológicamente a sus adeptos, y en casos extremos habían abusos sexuales o casos de servidumbre moderna o sea esclavitud”, dijo el periodista Pedro Salinas, una de las víctimas entrevistadas por la misión del papa y coautor de un libro sobre los abusos del grupo.
El papa Francisco actualizó en marzo las normas sobre el tratamiento de los abusos sexuales en la Iglesia, ampliando su alcance para incluir a los líderes laicos y precisando que tanto los menores como los adultos pueden ser víctimas.