El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, hace un llamado urgente a un alto el fuego humanitario en la Franja de Gaza, un territorio que, según dijo, se está convirtiendo en un “cementerio para los niños”, teniendo en cuenta que cientos de ellos han fallecido desde que se recrudeció el conflicto.
“El camino a seguir es claro”, dijo a los periodistas en la sede de las Naciones Unidas, al exigir “un alto el fuego humanitario, ahora”.
El alto diplomático afirmó que todas las partes también deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, del que no están eximidos los estados en conflicto.
“Esto significa la liberación incondicional de los rehenes en Gaza, ahora”, añadió sobre los 240 hombres, mujeres y niños que permanecen secuestrados por Hamás tras su ataque del 7 de octubre dentro de Israel.
“Nunca dejaré de trabajar por su liberación inmediata”, dijo.
Guterres subrayó que respetar el derecho internacional humanitario también significa proteger a los civiles -incluido el no utilizarlos como escudos humanos-, hospitales, agencias de la ONU, instalaciones, refugios y escuelas en Gaza, así como permitir una mayor entrada de ayuda y de combustible al territorio asediado.
“Ninguno de estos llamamientos debería estar condicionado al otro”, afirmó.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha mostrado tajante al asegurar que no habrá pausas humanitarias a menos que todos los rehenes sean liberados.
Guterres explicó que la “pesadilla en Gaza” no es sólo una crisis humanitaria, sino una “crisis de la humanidad” y afirmó que las partes en el conflicto, así como la comunidad internacional, tienen la responsabilidad fundamental de detener ese sufrimiento.
El l Ministerio de Salud en Gaza, bajo control de Hamás, reportó ayer que el número de muertos palestinos en el territorio había llegado a 10.000 desde que Israel comenzó los ataques provocados por la incursión de Hamás.