Uno de sus proyectos en el Sur de nuestro país será promover la Adoración Eucarística
El sacerdote Juan Miguel Castro Rojas será, a partir de este martes 25 de enero, el quinto obispo de la Diócesis de San Isidro, una vez concluyan los actos litúrgicos propios de su ordenación, los cuales se llevan a cabo en el transcurso de esta mañana.
La ceremonia se desarrolla bajo estrictos protocolos sanitarios ante la emergencia sanitaria por el Covid-19 en la Catedral San Isidro Labrador, en Pérez Zeledón.
La misa de ordenación de Castro es presidida por monseñor José Manuel Garita Herrera, obispo de Ciudad Quesada. También, participan varios sacerdotes de esta iglesia particular, así como el Nuncio Apostólico, obispos eméritos, clero de San Isidro, religiosos y pueblo de Dios.
Monseñor Castro, de 55 años, se ordenó como sacerdote el 1 de diciembre de 1990 y desde 1995 desarrollaba su labor pastoral en la Diócesis de Ciudad Quesada. Aquí sirvió por 26 años.
En un mensaje de despedida dirigido a la Zona Norte, el padre Juan Miguel agradeció el cariño y respeto de todas las comunidades a donde llevó el mensaje del Evangelio.
“Un agradecimiento profundo tengo que darle a Dios por la vida que me ha regalado y las oportunidades que he disfrutado. Una de las mayores bendiciones ha sido consagrarme como sacerdote porque he tenido la oportunidad de percibir las grandezas de Dios. Gracias infinitas a cada uno de ustedes por su bondad y cercanía”, expresó Castro.
Actualmente, se desempeñaba como párroco de Aguas Zarcas de San Carlos, pero también dirigió las parroquias de La Fortuna y Ciudad Quesada.
Ha sido un sacerdote humilde, que se supo ganar el afecto de los feligreses.

El nuevo obispo de la Diócesis de San Isidro es originario de Naranjo. Nació en un hogar conformado por campesinos, de profundas raíces católicas.
Dice que está agradecido con Dios por esta nueva oportunidad en su vida sacerdotal, preparado y comprometido con su nueva misión de Pastor en el Sur de nuestro país, donde también promoverá la Adoración Eucarística, tal como lo venía desarrollando en Aguas Zarcas desde hacía dos años.
“Siento que Dios me ha preparado de una forma especial. En la Parroquia de Aguas Zarcas tuve la oportunidad de desarrollar el proyecto de la adoración eucarística, donde nos damos cuenta de la presencia de Jesús, una presencia que anima, que sana. Es un proyecto que siempre quise desarrollar en mi vida sacerdotal”, agregó el padre Juan Miguel.
El nombramiento de Castro como obispo fue anunciado por el Vaticano el pasado 13 de noviembre, luego de que monseñor Gabriel Enrique Montero, obispo de esa diócesis desde 2014, cumplió 75 años de edad y presentó su renuncia al obispado.
Desde La Región le deseamos muchos éxitos en esta nueva misión de fe a monseñor Juan Miguel, un oficio fundamentado en el servicio y amor al prójimo.