Una condena ante “la crisis de derechos humanos en Nicaragua” se aprobó en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la que participan más de una veintena de cancilleres de la región.
La resolución, ratificada por aclamación, resuelve instar al gobierno Ortega Murillo “a que cese toda violación a los derechos humanos y respete los derechos civiles y políticos, como el de las libertades religiosas, y el Estado de derecho”.
Además, el documento llama a Nicaragua a liberar “de forma inmediata e incondicional a todos los presos políticos y a abstenerse de reprimir y detener arbitrariamente a líderes de la Iglesia Católica”.
También, exige brindar información sobre la salud física y psicológica del obispo Rolando Álvarez, fuerte crítico de Ortega, quien fue detenido el 4 de agosto de 2022, cuando se encontraba en la curia de Matagalpa, al norte del país.
Monseñor Álvarez se encuentra en la cárcel conocida como La Modelo, en Managua, donde cumple una condena de 26 años de cárcel.
La única y última vez que la justicia nicaragüense lo mostró fue el pasado 26 de marzo.
El presidente la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ricardo Pérez, apuntó durante la sesión plenaria que la última comunicación oficial que tuvieron por parte del gobierno de Nicaragua fue el 11 de abril de 2022.
El quinto punto de esta resolución condenatoria hace un llamado a las autoridades nicas a dejar sin efecto las medidas que privaron de la libertad a expresos políticos y otros opositores.