Un total de 1.400 escolares y colegiales de Upala reciben nuevos pupitres para apoyar su aprendizaje, a partir de la segunda mitad del curso lectivo 2023.
“Estoy muy feliz por tener nuestro escritorio propio; ya no voy a tener que andar corriendo para buscar una mesa y una silla, más cuando llego de última”, dijo emocionada Sileidy Tamara Bonilla Hurtado, una niña costarricense que vive en el poblado Papaturro, en Nicaragua.
Todos los días ella viaja durante 30 minutos en bicicleta, para cursar el sexto grado de la Escuela Rafael Ángel Sánchez Arrieta, en México de Upala.
Sileidy es una de las 1.400 niñas, niños, adolescentes y personas adultas que se beneficiarán directa o indirectamente con la donación de pupitres realizada en tres centros educativos de comunidades upaleñas: México, Bijagua y Aguas Claras.
“Esto forma parte de la estrategia que trabajamos en conjunto con UNICEF para que las niñas y los niños cuenten con espacios seguros y el entorno necesario para que puedan aprender de una mejor forma. Aquí no hay diferencias entre niños y niñas nacidos en Costa Rica o Nicaragua o en otro país porque la educación es un derecho universal y hoy lo estamos garantizando con el apoyo de UNICEF”, afirmó la viceministra Administrativa del MEP, Sofía Ramírez.
El apoyo a la educación lo realiza UNICEF en Costa Rica con diferentes programas y estrategias, como entrega de libros, pupitres, computadoras y útiles escolares.
“Esta entrega de pupitres es solo una de las acciones que realizamos en conjunto con el MEP, para aumentar la calidad, dignificar la educación y lograr que las niñas y los niños puedan disfrutar de su aprendizaje, sin dejar de lado que están en un contexto difícil, porque esta es una zona migratoria”, mencionó Javier Martos, representante interino de UNICEF en Costa Rica.
La entrega simbólica de pupitres tuvo lugar en la Escuela Rafael Ángel Sánchez Arrieta, en México de Upala, ante estudiantes, dirigentes comunales y autoridades educativas.
De acuerdo con José Inés López, director de ese centro educativo, del total de 270 estudiantes, el 27% presenta una condición geográfica o migratoria particular de las áreas fronterizas.
Como ejemplo, el educador explicó que 50 son estudiantes costarricenses que, por situación económica o familiar, viven en poblados nicaragüenses, mientras que el 25% son nacidos en Nicaragua, que pudieron optar por la regularización migratoria para continuar sus estudios en Upala.