Este tipo de cáncer se caracteriza por ser silencioso y sus síntomas pueden ser confundidos con otras enfermedades, especialmente gastrointestinales, por lo que comúnmente se detecta en una etapa avanzada, cuando ha invadido la pelvis y el abdomen, reduciendo las probabilidades de supervivencia y dificultando el tratamiento.
Según datos de Global Cancer Observatory (Globocan), más de 300 mil mujeres son diagnosticadas al año con cáncer de ovario a nivel mundial y alrededor de dos tercios de las pacientes desconocen de la enfermedad antes de su diagnóstico.
Debido a que no existe una prueba de detección de cáncer de ovario rutinaria, es importante estar al tanto de los síntomas más comunes, entre ellos, hinchazón o inflamación abdominal, pérdida de peso sin motivo, molestias en la zona pélvica, dolor de espalda, fatiga, cambios en los hábitos intestinales, necesidad frecuente de orinar y sangrado anormal.
“El papanicolaou no detecta el cáncer de ovario y a pesar de los avances tecnológicos no existe una prueba de detección simple y rutinaria, por lo que es importante que la paciente reconozca los síntomas y acuda al médico especialista, quien puede indicar desde un examen de pelvis, ultrasonido transvaginal o pélvico y análisis de sangre. En ciertos casos, puede recomendar una tomografía como parte del proceso de diagnóstico”, explicó el Dr. Esteban Coto, Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.
Sumado a lo complejo de su detección, hay personas que cuentan con factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad, como la edad (mujeres mayores de 50 años son más propensas a desarrollarlo), sobrepeso, antecedentes familiares, no haber tenido embarazos o padecer endometriosis y mutaciones genéticas, especialmente en los genes BRCA.
Cada 8 de mayo se celebra el Día Mundial del Cáncer de Ovario, para generar conciencia en la población sobre esta patología, catalogada como el sétimo tipo de cáncer más frecuente.
Durante todo este mes, el movimiento #NingunaMujerSeQuedaAtrás, promovido por la Coalición Mundial contra el Cáncer de Ovario, invita a las personas a que levanten sus voces junto a las pacientes que enfrentan la enfermedad, creando conciencia sobre sus síntomas, lo que podría ser fundamental para reducir los retrasos en el diagnóstico.