Luis Ignácio Lula da Silva tomó hoy las riendas de Brasil por tercera vez, mientras el hasta hoy presidente Bolsonaro salió con rumbo a Florida en Estados Unidos para no entregar la banda presidencial al nuevo mandatario.
Lula de 77 años ya había gobernado este país sudamericano del 2003 al 2010 y en esta oportunidad toma las riendas del país gracias a su triunfo en unas ajustadas votaciones contra el ultraderechista Jair Bolsonaro quien hace dos días se fue sin reconocer la derrota frente al izquierdista.
El traspaso de poderes fu acompañado por una multitudinaria presencia de seguidores donde se calcula que más de 300 mil personas asistieron, además de un fuerte respaldo de delegaciones internacionales con más de 68 países presentes, entre ellos 20 jefes de estado, sin faltar su amigo y expresidente de Uruguay José Mujica y Evo Morales de Bolivia.
En su discurso Lula lloró mientras recordaba a las familias que buscan su comida en la basura y pidió ayuda a los presentes para su lucha contra la desigualdad que de diferentes formas atrasan el desarrollo de Brasil.
Al no estar Bolsonaro, el acto protocolario de traspaso de la banda presidencial estuvo a cargo de un grupo de ciudadanos, en su mayoría desconocidos, con el que trató de reconocer la diversidad de la sociedad brasileña. Por ejemplo, una mujer de negra dedicada a la recolección de basura, un profesor, un joven con parálisis cerebral, un niño negro procedente de la periferia de Sao Paulo, una cocinera, un obrero y el conocido líder indígena Raoni Metuktire formaron parte del grupo de ciudadanos que colocaron la Banda al nuevo mandatario.