El diario digital La Región, que dirijo como periodista, informó el pasado 21 de mayo, en una nota de mi autoría, la situación que vive la Diócesis de Quesada.
Dimos a conocer, que una aparente crisis económica hizo que el obispo, José Manuel Garita, y sus asesores económicos, echaran mano a activos construidos con el aporte del pueblo, como son la Casa Cural de Ciudad Quesada, la segunda planta del edificio de KFC (terreno e infraestructura demolida, de la antigua Juventud Obrero Católica, más conocida como JOC), que intentaran hacer lo mismo con la Casa Cural del Barrio San Martín y de una fuente confiable, se nos indicó que el mismo edificio de la Curia Diocesana, en barrio San Martín e, incluso, se exploró la posibilidad de incluir, la Casa Cural de San Roque para ponerlos en alquiler y convertirlos en activos lucrativos de la Diócesis. https://laregion.cr/crisis-economica-golpea-a-la-diocesis-de-ciudad-quesada/
También, dimos a conocer la información que nos brindó el periodista Gerardo Mora Pana, en representación del Obispo y la Diócesis, aceptando las presuntas dificultados y retos económicos que enfrenta la Diócesis, derivadas de la pandemia y las nuevas responsabilidades que asumen con los seminaristas. entre otras. https://laregion.cr/diocesis-acepta-problemas-economicos-en-la-zona-y-el-alquiler-de-la-casa-cural/
Adjuntamos los enlaces de las primeras notas, para que sean ustedes mismos los que juzguen nuestro trabajo periodístico. Luego, se publicaron algunas reacciones con la autoría de la comunicadora, Sonia Jiménez y la última, del 29 de mayo, de Luis Ramón Carranza.
Lo que ha hecho el medio es informar, dar a conocer lo que la misma jerarquía de la Iglesia, que posee un medio de comunicación y voz en cada una de las eucaristías, por lo menos hasta donde nosotros conocemos, no lo había compartido públicamente con sus feligreses.
Decir que un medio publica información falsa y tendenciosa si es una acusación grave, que de repente Monseñor Jose Manuel Garita en representación de la Diócesis, tendría que probar, más cuando tenemos documentos en la mano y declaraciones, que en caso necesario las podemos utilizar.
No nos vamos a detener a defendernos como personas o profesionales, que somos tan pasajeros como ellos, pese a los calificativos que en su derecho de respuesta y en nombre de Monseñor Garita, que es el máximo Jerarca de nuestra Iglesia hace don Gerardo Mora, pues así lo interpretamos.
Es nuestro criterio que el obispo Garita Herrera y sus más cercanos colaboradores deben sentarse a dar cuenta de la administración de los bienes, que se les pusieron en sus manos cuando llegaron a la zona. Bienes que aún tienen gravados los rostros de hombres y mujeres humildes, que levantaron la Catedral, la Casa Cural de Ciudad Quesada, los terrenos donde hoy está KFC, el Edificio Cenco, la Casa de Retiro para sacerdotes y sus terrenos, en Santa Clara y el Colegio María Inmaculada, que rebautizaron con el nombre de Colegio Diocesano, Radio Santa Clara, el Fondo para los Pobres, que creó de su propio patrimonio Monseñor Eladio Sancho Cambronero y se les dejó en su administración, en fin, todas las obras que ellos se encontraron.
No es descalificando a un medio y mucho menos a un periodista, como se gana la credibilidad del Pueblo de Dios, ese mismo que construyó de su propio bolsillo esas obras y espera de ustedes una buena administración, no para verlas como bienes mercantiles, si no como instrumentos para evangelizar, para que los grupos apostólicos puedan reunirse, para que el Obispo, párrocos y demás jerarcas ocasionales puedan reunirse con sus ovejas, que ellas reconozcan su voz y cuando les escuchen pidiendo ayuda para la Iglesia, rápidamente se reúnan, como lo hicieron con los pastores del pasado.
Reconocemos que las jerarquías de la Iglesia en Costa Rica y el mundo está en crisis, pero, sentimos que por lo menos en la Diócesis de Quesada, desde la llegada de Monseñor José Manuel Garita, el conflicto le ha acompañado y sentimos que su voz, no la está escuchando el Pueblo de Dios.
Recordamos: Conflicto con el Colegio María Inmaculada, sacaron a las monjas franciscanas, para convertir el Colegio en un negocio de la Diócesis, borrando la memoria histórica de esa institución, cambiándole hasta el nombre; conflicto con Radio Santa Clara, de donde sacaron al presbítero Marco Antonio Solís y su proyecto del Edificio CENCO e igualmente, hasta el lema de Fe Cultura y Progreso se eliminó, lo que puede hacer pensar que fue para borrar todo lo que recordará la obra de esa emisora.
Conocemos que la Iglesia Católica en lo legal se rige bajo el derecho privado, pero, también conocemos que recibe recursos de muchas personas y que, si quieren recuperar las ayudas económicas de sus feligreses, lo primero que deben hacer es darles cuentas.
Es, además, un acto de humildad, que estamos seguros que por su formación espiritual sabrán asumir para contarles, cuantos millones gastaron transformando el presbiterio de la Catedral, que los más críticos podríamos interpretar como un acto para borrar la memoria histórica de esa Catedral, la propuesta cristo-céntrica, de la que tanto nos habló Monseñor Eladio Sancho, o el cambio del Resucitado, que ahora luce una cruz detrás.
Las crisis si son bien manejadas, siempre traen mejores tiempos. Estamos seguros que el obispo Garita puede hacerlo. Más humildad, más cercanía al Pueblo de Dios y más conocimiento de un pueblo católico cristiano como lo es el de San Carlos y la Zona Norte.
La Región y su equipo de trabajo, estará atento para informar, dispuesto a rectificar y con la misma humildad, ofrecer disculpas cuando como humanos y profesionales nos equivoquemos; lo que no estamos dispuestos y eso ténganlo por seguro, es a callar.