El hogar y la familia son los sitios seguros para la mayoría de las personas, pero para los patrones de violencia infantil se han convertido en los ambientes más críticos para su ocurrencia.
Datos revelados por el Ministerio de Salud indican que los niños entre 10 y 14 años son los que sufren mayor grado de maltrato en nuestro país, un problema que se viene agudizando en los últimos 15 años.
Para muestra, estos botones:
En el 2019 fueron denunciados más de 1.853 casos de agresión contra niños en todo el territorio nacional, según el Ministerio Público, mientras que, en solo en 10 meses del 2020, el Hospital Nacional de Niños reportó 980 casos.
Los denuncias también se dispararon durante el año pasado. El abuso sexual golpeó más a las niñas en 2021 y en el caso de los varones, la agresión fue física en la mayoría de los casos, favorecida por la pandemia provocada por el Covid-19.
La causa principal del abuso contra los menores se da por la poca capacidad de los adultos para manejar la frustración y la poca tolerancia.
Los niños expuestos a violencia desde edades tempranas, 3 o 4 años, pueden mostrar crisis de enojo explosivo, agresión física, intentos de hacer daño a los demás, amenazar con algún tipo de arma, incluso pueden tener comportamientos crueles hacia los animales o destrucción intencionada de bienes.
Los expertos aseguran que, estos patrones de conducta pueden erradicarse si se identifica el problema a tiempo y es atendido por un especialista que ayude a modificarlo desde un abordaje psicodinámico, atendiendo su salud mental.
De acuerdo con Manuel Guzmán, psicólogo de SERVISALUD, es necesario que al niño agredido se le realice una valoración de su estado emocional para identificar cuáles son los factores que pueden estar originando el comportamiento violento.
“Esta valoración permitirá estructurar un proceso de intervención psicológica desde un enfoque cognitivo conductual, además, se debe trabajar con la familia para fomentar el cambio”, enfatizó el psicólogo Guzmán.
Algunas de técnicas que pueden emplearse para disminuir la violencia hacia los niños son:
- Escucharlos, ya que es parte importante de la comunicación y ayuda al desarrollo de las habilidades sociales.
- Aprender a controlar las emociones en el momento.
- Ser una persona empática, es decir, intentar comprender la realidad del niño.
- Establecer metas claras de mejora en el comportamiento.
El maltrato infantil es un problema con graves consecuencias, que pueden perdurar durante toda la vida y reflejarse en trastornos mentales en la adultez y más agresión.
Los especialistas en salud destacaron que la violencia en Costa Rica no discrimina entre los niños de hogares más ricos o los menos favorecidos.