Aunque los gritos, los golpes y los moretones siguen marcando el cuerpo y la vida de decenas de mujeres en esta Zona Norte, la violencia hacia esposas o novias es ahora más silenciosa y menos visible porque el agresor está detrás de un teléfono celular o una computadora, pero sigue siendo igual de peligrosa y dañina.
Así lo confirmó al diario digital La Región Pilar Porras, Directora del Departamento de Desarrollo Social de la Municipalidad de San Carlos en una conversación con este medio.
De acuerdo con Porras, la violencia digital gana terreno y azota de manera severa al cantón.
Lo que más inquieta a las autoridades es que las víctimas están siendo mujeres cada vez más jóvenes, algunas adolescentes, que por su misma inexperiencia cometieron errores como, por ejemplo, compartir imágenes con contenido sexual y ahora son víctimas de chantaje por parte de sus parejas.
Sin revelar cifras precisas, la funcionaria se mostró preocupada porque la tecnología está siendo un arma de doble filo para muchas mujeres de San Carlos, quienes sufren con mayor intensidad el ciberacoso.
Ella habla de los casos atendidos a diario por su despacho, sin tomar en cuenta los datos que maneja la oficina regional del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) o las autoridades judiciales.
Esta forma de violencia consiste en la intimidación por medio de las tecnologías digitales con el propósito de atemorizar, humillar o enojar a las víctimas.
“El tema de las redes sociales es terrible. Si bien la tecnología es importante, tiene su lado oscuro, no voy a entrar en detalles, pero algunos hombres están obligando a sus parejas a realizar ciertas acciones que luego las usan como amenazas”, dijo Porras.
En el caso local, el ciberacoso es más frecuente en las redes sociales y plataformas de mensajería.
La Directora del Departamento Municipal de Desarrollo Social destacó que violencia digital produce peligrosos daños psicológicos, que pueden afectar a la víctima de muchas maneras.
A manera de ejemplo, mencionó que las mujeres golpeadas por este fenómeno presentan cambios emocionales como:
- Tristeza, vergüenza y nervioso.
- En el caso de las adolescentes, desmotivación para asistir a clases.
- Deterioro repentino de las relaciones sociales.
- Ansiedad e irritabilidad cuando reciben un mensaje telefónico o están frente a la computadora.
Para Porras, esta realidad también hace ver la necesidad de un diálogo abierto en los hogares de la Zona Norte, donde padres e hijos entiendan que la comunicación sincera y el respeto son claves para luchar contra este fenómeno social, que puede poner a la víctima al borde de la muerte.
De igual manera, destacó la urgencia de reforzar la capacitación a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes para poner fin a la violencia.
“Cuando atendemos estos casos, cuando vemos esta realidad de mujeres jóvenes desesperadas porque sus parejas las están avergonzando, haciéndolas sentir mal y amenazándolas, entendemos la importancia de capacitar y empoderar a niñas, a adolescentes, a las familias, para prevenir estas conductas, estar formas de agresión y violencia que tanto daño producen”, insistió Porras.
Para este año 2023, el Departamento de Desarrollo Social de la Municipalidad de San Carlos le apuesta al trabajo con estudiantes de secundaria, a quienes esperan capacitar en temas como el autocuidado, los peligros de las redes sociales, la importancia de denunciar a los agresores y creer en ellas mismas.
Es importante agregar que, las mujeres deben saber que la violencia digital puede denunciarse ante el Ministerio Público.