El relator especial de la ONU sobre la Promoción y Protección de los Derechos Humanos en el Contexto del Cambio Climático, declaró que el impacto del cambio climático en las comunidades más pobres de Honduras está teniendo un efecto devastador en los medios de vida, obligando a muchas personas a huir del país para evitar el hambre y la falta de agua potable. La declaración tiene lugar al finalizar una visita oficial al país.
Ian Fry advirtió que “las comunidades de Honduras se han enfrentado a sequías prolongadas, graves inundaciones por huracanes, erosión costera e inundaciones de las costas debido al cambio climático. Esto está obligando a la gente a abandonar sus hogares y buscar medios de vida más sostenibles en otros países”.
Asimismo, señaló que el Gobierno de Honduras está intentando proteger a sus ciudadanos de los efectos del cambio climático, pero que se necesitan esfuerzos mucho mayores para detener el éxodo de personas del país.
“Los que se marchan necesitan una mejor protección en su traicionero viaje hacia el norte”, afirmó.
Durante su visita, el relator especial se reunió con miembros de comunidades de diversas regiones de todo el país que contaban historias de penurias provocadas por los efectos del cambio climático.
Fry escuchó informes de personas de las comunidades que emigran debido a la desesperación provocada por las sequías, las inundaciones, los deslizamientos de tierra, la subida del nivel del mar o la erosión costera. Comprobó que persisten las secuelas de los huracanes Iota y Eta.
“Muchas comunidades se enfrentan a los efectos combinados del cambio climático, la minería, las represas hidroeléctricas, la deforestación y las agroindustrias a gran escala, como las plantaciones de palma africana”, dijo el experto.
Los defensores del medioambiente, amenazados
Fry expresó su especial preocupación por la intimidación de los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales. Durante su breve visita, tres personas fueron agredidas, y una de ellas fue asesinada.
“Honduras es uno de los países más peligrosos del mundo para las personas defensoras de los derechos humanos en asuntos ambientales”, afirmó el experto. “Muchas comunidades viven con miedo y traumas psicológicos debido a la intimidación constante”.
En este sentido, declaró que el Gobierno debe “hacer mucho más para proteger a las personas defensoras de los derechos humanos en asuntos ambientales de los ataques de intereses empresariales, funcionarios del gobierno, policías corruptos y miembros de pandillas”.
También, instó al gobierno a derogar las leyes que se están utilizando indebidamente para encarcelar a los ambientalistas.