Hace menos de un año que terminó la colocación de este sello asfáltico sobre la ruta nacional 227, que comunica a la comunidad de Buenos Aires de Pocosol con sus similares de San Joaquín y Coopevega de Cutris de San Carlos y hoy, los huecos y la angustia son el paisaje diario de todos los lugareños.
Lo anterior lo comprobó La Región este fin de semana, durante un recorrido por dicho trayecto de 27 kilómetros.
Cuando iniciaron las obras, en marzo de 2022, este proyecto llenó de ilusión a los habitantes de ambos distritos Sancarleños, quienes durante décadas sufrieron por el polvo en exceso en la época seca, así como por los barriales en el periodo lluvioso, que incluso impedían el tránsito de los vehículos doble tracción y pasaban días sin el servicio de bus.
Sin embargo, esa alegría les duró muy poco porque el sello asfáltico está cada vez en peor estado y ahora los compensadores y las llantas de sus vehículos enfrentan los efectos negativos de este escenario, ya que los huecos están por todos lados y en diferentes presentaciones en cuando a ancho y profundidad.
Dicha situación también vuelve a prolongar los tiempos de traslado a centros educativos, de salud y trabajos, entre otros lugares.
Además de la poca resistencia de los trabajos contratados por el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) a la empresa sancarleña Constructora Herrera, los vecinos señalan que el paso de equipo pesado de empresas que siembran y cosechan caña de azúcar aceleró el deterioro.
A lo anterior se suma la actual época lluviosa, con aguaceros torrenciales en poco tiempo, que llenan de agua los huecos y ensanchan la destrucción del camino de acceso o salida desde Coopevega.

Vecinos y LANAMME habían encendido luces de alerta
Es importante recordar que, un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANAMME) de la Universidad de Costa Rica (UCR) había cuestionado la calidad de los trabajos realizados en esta ruta nacional.
En dicho informe, los expertos señalaron que los deterioros prematuros mostraban condiciones en las que se podía inferir que esas obras podrían poseer una durabilidad limitada por las características de los materiales utilizados y de las condiciones climáticas de la zona, lo que requiere de un tratamiento en la superficie.
Dirigentes comunales de Cutris y Pocosol, quienes sufren a diario en carne propia el deterioro de la vía, también critican la calidad del sello asfáltico colocado debido a los daños en tan corto plazo.
La inversión realizada por el CONAVI en esta ruta nacional fue de ₡430 millones debido a la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al presupuesto de ₡490 millones, autorizado inicialmente por la Contraloría General de la República (CGR).
Algunos vecinos califican esa inversión millonaria como un verdadero desperdicio de recursos en momentos en que Costa Rica padece una realidad económica difícil.
El diputado de Gobierno, Jorge Rojas, había dicho a La Región que estaban buscando los recursos económicos necesarios para proceder a colocar una carpeta asfáltica, que permitiera no perder el esfuerzo realizado y dar una solución permanente a estos vecinos, solución que todavía no llega y pone en peligro la posibilidad de mejorar la calidad de vida de esas poblaciones.