Luego de que los huracanes Eta e Iota impactaran Centroamérica en 2020, los guatemaltecos aún siguen lidiando con problemas de acceso a vivienda, pobreza e inseguridad alimentaria, asegura la organización humanitaria Refugees International.
Por medio del informe ‘A dos años de Eta e Iota: desplazados y olvidados en Guatemala’, la organización sostiene que varias familias en Chiquimula, aún permanecen en estado de desplazamiento o están en riesgo de desplazamiento.
“El gobierno de Guatemala no ha dado un paso al frente para satisfacer sus necesidades, y la comunidad internacional tampoco”, asegura la organización.
El departamento de Chiquimula se encuentra una zona llamada “Corredor Seco”, donde son comunes las sequías. Pese a ello, varias comunidades fueron duramente golpeadas por los huracanes que azotaron al país en 2020 y la tormenta tropical Celia, en 2022.
En la zona hay cultivos de maíz, melón y sandía, entre otros, pero, esos fenómenos climatológicos provocaron “malas cosechas”, sostiene Refugees International. “Eso desencadenó la inseguridad alimentaria”.
La mitad de las personas entrevistadas por Refugees International no ha podido regresar a sus hogares. Estas comunidades tienden a depender de una combinación de parches de esfuerzos, como remesas, para armar una apariencia de recuperación, explica la organización.
El informe sostiene que Guatemala carece de datos completos sobre el desplazamiento por eventos climáticos. Esto, debido a que el gobierno no reconoce el desplazamiento interno.