Entrar a la Biblioteca Pública de San Carlos significa estar cara a cara con un escenario de goteras, filtración de agua por las paredes, olor a humedad, comején, servicios sanitarios en mal estado, pisos levantados, peligro para sus ocupantes y la vulnerabilidad de todo el patrimonio cultural y equipo tecnológico que encierra.
Con la llegada de las lluvias a la Zona Norte, los paños, las escobas y los baldes para recoger las goteras que ingresan al interior del edificio toman protagonismo, ya que el propósito es evitar a como sea posible que empapen y destruyan libros y decenas de documentos históricos de este territorio.
Así lo constató el diario digital La Región en una reciente visita al lugar y, como si fuera poco, el portón metálico de la puerta principal está dañado y el único acceso disponible al día de hoy es la salida de emergencia, ubicada al costado sur de la plazoleta municipal.
El edificio también tiene problemas de accesibilidad a la segunda planta, lo que quiere decir que incumple la Ley 7.600, de Igualdad de Oportunidades.
María Julia González, bibliotecóloga, dijo a este medio de comunicación que viven momentos de angustia.
“Nosotros hemos estado haciendo gestiones con la Municipalidad de San Carlos para que vengan a arreglarnos el edificio porque es municipal y tenemos problemas de goteras en la Biblioteca. También, tenemos problemas en la puerta principal porque la cortina metálica no se puede subir, la gente piensa que está cerrada”, narró González.

El edificio que aloja a la Biblioteca Pública es propiedad de la Municipalidad de San Carlos. En este lugar también estuvo la antigua Estación de Bomberos.
Precisamente, cuando los apagafuegos se cambiaron de sede, en 1991, las partes involucradas suscribieron un convenio para que el Ministerio de Cultura y Juventud ubicara y mantuviera ahí la Biblioteca Pública de San Carlos durante un lapso de 100 años.
González Quesada confirmó a La Región que llevan varios años de implorar por ayuda a las autoridades municipales, pues el convenio establece que el Gobierno Local debe destinar anualmente recursos para el mantenimiento del local.
Sin embargo, la bibliotecóloga agregó que, hasta ahora, siguen a la espera de una respuesta concreta y positiva.
“Estamos esperando a ver qué se va a hacer, estamos esperando a que ellos procedan. (…) Aquí estuvieron los Bomberos y ellos dieron el edificio para que fuera para la Biblioteca Pública. Aquí recibimos a niños de Red de Cuido, a personas de la comunidad, a migrantes, somos un centro de cultura y nos angustian los daños que tiene el edificio”, adicionó González.
Dentro de los servicios que ofrece la Biblioteca está el programa “Soy bebé, me gusta leer”, donde dos veces por semana reciben y atienden a niños y niñas de la Red de Cuido, a quienes les inculcan desde temprana edad, el amor por los libros.
Además, colegiales, universitarios y personas en general de la comunidad asisten regularmente para complementar asignaciones académicas y hasta para aprender manualidades o recetas de cocina.
Los migrantes también encuentran aquí un espacio importante, ya que el Laboratorio de Cómputo les facilita la comunicación con sus seres queridos a miles de kilómetros de distancia.
El horario de la Biblioteca Pública es desde las 10:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., de lunes a viernes.
“Yo tengo la dicha de que toda mi familia esta acá, me encuentro en el cole y por lo menos vengo una vez al mes a consultar libros a la Biblioteca para hacer tareas, pues son muy caros y no siempre hay dinero para comprarlos”, comentó Angélica, una joven estudiante de origen nicaragüense.
Pese al valioso trabajo social y cultural que realiza, la realidad muestra hoy que, en los últimos años este espacio no recibió los cuidados requeridos y las consecuencias de un edificio mal conservado están a la vista de todos.

¿Qué responden en la Municipalidad de San Carlos?
Debido a la precaria realidad de la Biblioteca Pública de San Carlos, este medio de comunicación consultó al Departamento Municipal de Relaciones Públicas, si existe algún cronograma de trabajo para reparar los múltiples daños en ese inmueble de propiedad municipal.
Ahí confirmaron que, efectivamente, existe un convenio que desde hace 32 años permite el uso de dicho espacio al Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI) y que, entre otras cosas, establece que el ayuntamiento debe destinar una partida anual para el mantenimiento del inmueble.
También, reconocen que por su antigüedad y desgaste, el edificio requiere de una reparación total en el corto plazo.
Sin embargo, en la Municipalidad de San Carlos dicen que, debido a la falta de contenido económico, la restauración se quedará para el primer semestre de 2024.
“Ante la situación, durante las próximas semanas se hará desde el Departamento Municipal de Servicios Generales, un levantamiento más detallado de urgencias por resolver, para poder realizar la presupuestación necesaria y darle la atención que merece dicho espacio de uso público durante el primer semestre 2024, con el ingreso de nuevos recursos para tal fin”, indica textualmente parte de la respuesta brindada.
Señalan que, en años anteriores, han solucionado problemas urgentes, como mejoras en el sistema de agua potable, reparación de algunas goteras y un servicio sanitario, entre otros.
“Por el momento no existe ninguna orden de desalojo ni de cierre de parte de la Municipalidad de San Carlos o de alguna otra institución competente, por lo que la Biblioteca se mantiene abierta con su horario de atención normal”, destacaron en el ayuntamiento.
Mientras tanto, en la Biblioteca Pública esperan que los meses pasen rápido y que lo dicho por las autoridades responsables del edificio llegue antes de que ocurra alguna situación que destruya los bienes que tutelan o comprometa la integridad física o vida de algún ser humano.
