La promesa del presidente Rodrigo Chaves de solucionar el problema de la minería ilegal a junio del año pasado en Crucitas, no solo no se cumplió, ha pasado más de un año de aquella promesa y ahora vecinos denuncian que es territorio de la mafia y hasta grupos de narcotraficantes.
El gobierno sacó la policía del lugar y según denuncias de vecinos bajo la protección de identidad hoy viven peor que antes y el miedo a represalias de los grupos de mineros, topadores, lavadores de dinero, narcotraficantes convirtieron la zona en la cárcel de los pobladores honestos que deben ver y callar si quieren salvaguardar sus vidas.
Según manifiestan con la contaminación por las aguas con mercurio se intervinieron varios caminos, mejorando el acceso al lugar, pero la presencia policial disminuyó, aumentando el ingreso de coligalleros, sobre todo de nicaragüenses que hacen el trabajo pesado y de mafias que trafican con el oro, mucho comprado con dinero del blanqueo de capitales.
El mandatario le dijo a los norteños que se ¨comería la bronca¨ pero la realidad es que los abandonó a su suerte con el tema de la minería manifestaron vecinos a este medio.