Costa Rica activó una alerta por la amenaza del hongo identificado como Foc R4T, que destruye las plantaciones de banano, cuadrado, plátano y otras variedades de musáceas y que podría ingresar al país en cualquier momento. Es una plaga fácil de propagar y difícil de eliminar.
La Raza 4 tropical (R4T) es el linaje más reciente del hongo Fusarium, que ataca las raíces de este cultivo, las marchita y las destruye.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) indicó que la plaga tiene una asombrosa capacidad de dispersión en el suelo, pues sobrevive en el material infectado, tanto húmedo como seco, hasta por treinta años.
Para la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esta raza es uno de los hongos más agresivos y destructivos de la historia de la agricultura y la mayor amenaza a escala mundial para este tipo de producción.
Las autoridades del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) anuncian una estrategia de trabajo para fortalecer la prevención y reducir el riesgo de que llegue al país, ya que dicho hongo se encuentra actualmente en Colombia, a unos 905 kilómetros de la frontera tica.
Costa Rica activará arcos de aspersión en puntos fronterizos y de desinfección de calzado de turistas. En el caso de las fincas, se plantea mejorar las auditorias de bioseguridad y atención de denuncias por sospechas, así como la capacitación continua del sector.
La plaga se disemina por el uso de herramientas en plantas contaminadas y luego en otras sanas, cuando las esporas son esparcidas por el agua dentro de la plantación, en zapatos o llantas de vehículos que circulen dentro del cultivo.
Como si fuera poco, en el MAG confirman que casi cualquier producto hecho con fibras de plantas enfermas, como un sombrero, es capaz de transportar esporas.
Frente a esta amenaza, el SFE prohibió el ingreso de artículos o souvenirs fabricados con fibra de banano, por el riesgo de ingreso del hongo al territorio nacional.
El mal afecta a muchas variedades de plátano y banano, entre ellas la Cavendish, que domina el mercado mundial con el 47% de la producción, y es la más cultivada en América Latina.