En Costa Rica, el desempleo sigue teniendo rostro femenino, una realidad que golpea con más dureza a mujeres con bajo nivel académico, jefas de hogar y en una situación de vulnerabilidad, que en el caso de esta Región Norte, se evidencia en territorios fronterizos como Los Chiles.
Las últimas cifras de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) muestran cómo las brechas de género en el mercado laboral persisten y se acentúan.
Para Luis Vargas, economista del Colegio de Ciencias Económicas, un primer resultado que preocupa es la caída en la participación laboral de las mujeres desde el inicio de la pandemia hasta la fecha.
Así, por ejemplo, en marzo de 2020 la tasa neta de participación laboral de las mujeres fue de 52% y en mayo 2023, de 43%, lo que representa una reducción de 9 puntos porcentuales.
En valores absolutos, 145.712 mujeres salieron de la fuerza de trabajo, es decir, que ya no están trabajando ni buscando empleo activamente. En el caso de los hombres, la cifra es de 65.849.
“Ante este panorama, el Colegio de Ciencias Económicas hace un llamado a que se preste especial atención a la condición de las mujeres en el mercado laboral. Como hemos venido señalando, es impostergable que se diseñen e implementen políticas de precisión para la inserción y permanencia de las mujeres en el mundo del trabajo y en mejores condiciones”, explicó Vargas.
Otro resultado que inquieta en Costa Rica es la reducción en la tasa de ocupación de las mujeres, que pasó de 43% en marzo de 2020 a 37% en mayo de 2023.
Adicionalmente, el porcentaje de mujeres sin seguro por trabajo (22%) es superior al de los hombres (17%) y como si fuera poco, el 56% de las mujeres perciben un ingreso por debajo del salario mínimo.
En el caso de los hombres, este porcentaje es de 47%.
Los expertos también señalan que es fundamental a nivel país impulsar un cambio cultural, donde se vea a las mujeres más allá de los quehaceres domésticos o salud y se promocione su inserción en áreas como las ciencias.