Las vacaciones de medio año suponen para la mayoría cerrar los cuadernos y guardar los útiles. Sin embargo, para los expertos, aún en este periodo, no se debe bajar la guardia.
Realizar pequeñas rutinas diarias trae muchos beneficios a los estudiantes, no solo para el año en curso, sino también para el desarrollo de diferentes habilidades que le servirán a lo largo de la vida.
Con el hábito diario de estudio, se consigue desarrollar la concentración y que los alumnos sean más responsables, organizados y que estén más comprometidos con sus deberes escolares, lo que poco a poco resultará en un trabajo independiente que no requiere de la supervisión constante de los padres de familia.
Para Melania Baltodano, orientadora del Centro Kumon Escazú, es característico de nuestra cultura que en vacaciones nos olvidemos por completo de las actividades académicas, lo cual es un hábito insano
“Debemos recordar que aún en esta época se debe mantener la mente en forma para no perder agilidad mental y estar preparados para seguir afrontando retos educativos”, mencionó Baltodano.
La orientadora agrega que durante las vacaciones se rompe la rutina de trabajo de los niños y si no se fomenta el cumplimiento de pequeños deberes, cuando vuelvan a las aulas será más difícil recuperar el ritmo que tenían antes.