Dicen que la fe mueve montañas y, precisamente, con fe, esfuerzo y organización, Las Rocas, en el distrito de San Lorenzo de San Ramón, ya empezó la construcción de un Oratorio o lugar de oración en esta comunidad que estuvo a poco de desaparecer.
Los lugareños recuerdan que, debido al nulo apoyo estatal, sin centro de salud ni escuela, la mayoría de su gente debió dejar sus tierras hace unos 50 años y emigrar hacia comunidades vecinas como Los Criques y Valle Azul en busca de oportunidades, pero ahora, decidieron rescatar sus raíces y llenar de vida y progreso a su antiguo pueblo.
La construcción de la pequeña capilla es uno de los pasos del resurgir de Las Rocas, cuyas columnas de acero empiezan a tomar protagonismo y evidencian las ganas de hombres y mujeres de escribir otra historia.
“Por aquí vamos construyendo esta casita de Dios y para nuestro amigo San Roque, el santo patrono. En este proceso le pedimos al Señor que nos ayude a ser mejores ciudadanos y mejores cristianos”, expresó Ángel Villalobos, uno de los impulsores de esta obra.
Parte de los recursos económicos y materiales para levantar el Oratorio han sido aportados por vecinos y colaboradores o recaudados con fondos de actividades comunales como cabalgatas y turnos, que también les han permitido mejorar los caminos de acceso.
El proceso de construcción lo desarrollan voluntarios.

Como parte de este mismo resurgir, Las Rocas conformará su Asociación de Desarrollo Integral este fin de semana.
La asamblea constitutiva de la nueva organización comunal está programada para el domingo 21 de mayo, a las 8:00 a.m., en la finca Marymar. Habrá presencia de autoridades de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (DINADECO), quienes son las encargadas de autorizar la creación.
Una vez que finalice la construcción del Oratorio, el sueño de este pueblo en desarrollo es recuperar el antiguo Cementerio, del que solo quedan unas pocas cruces en pie en memoria de los primeros colonos.
Las Rocas también posee un potencial turístico enorme, con una exuberante vegetación que destila paz y armonía y que, sin duda, será otro pilar de progreso de este lugar que estuvo a poco de morir y que ahora retoma nuevos bríos.