Más de 1.500 personas, entre políticos, organizaciones y miembros de la sociedad civil han hecho pública su oposición a la eventual exploración y explotación de gas natural o gas fósil en el territorio costarricense.
En un documento hecho llegar a La Región el fin de semana, afirman que son muchos los sectores orgullosos del desarrollo sostenible que ha forjado nuestro país en las últimas décadas, un camino que ha traído grandes beneficios económicos, captando inversiones, posicionando los productos exportados y atrayendo turistas.
Su posición surge luego de que el sector empresarial considere importante volver a valorar la posibilidad de explotar gas natural como opción para generar nuevos recursos al Poder Ejecutivo, discusión que el presidente de la República, Rodrigo Chaves, dice que debe darse.
“No queremos que se retroceda sobre la base de utopías en torno al gas natural o gas fósil. Los suscritos a esta carta consideramos que la idea de retomar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no tiene ningún sentido para el país”, indican en el texto.
Para el movimiento Costa Rica Libre de Perforación, no existe exploración ni extracción de hidrocarburos sostenible.
“Aunque se utilice tecnología de punta y se tomen todas las precauciones posibles, todas las actividades petroleras del mundo tienen accidentes, fugas de gas y derrames grandes o pequeños. Esto es cierto incluso en Noruega, donde entre el 2004 y el 2020 se dieron más de 3.500 accidentes, de los cuales 492 se consideran accidentes con grandes impactos en la biodiversidad y la salud”, afirman.
Además, señalan que las exploraciones que se hicieron aquí décadas atrás indican que los yacimientos de gas natural que podría haber en el país están ligados a petróleo, lo que significa que sería poco probable sacar uno sin el otro, lo que eleva el riesgo de derrames que podrían llenar de petróleo las costas, mantos acuíferos y biodiversidad.
No es un buen negocio para el país
En el mismo documento, firmando por los expresidentes Carlos Alvarado, Luis Guillermo Solís y Laura Chinchilla, añaden que Costa Rica es un mercado muy pequeño y que para sacarle réditos a la explotación de gas natural habría que competir en el mercado internacional.
“Competiríamos con países que son grandes potencias en el negocio, con años de experiencia y cantidades de reservas de gas ya probadas más de 50 veces mayores que las que se sugiere existen en Costa Rica. Las reservas prospectadas en el país se basan, además, en cálculos hipotéticos cuyas fuentes no son aún de acceso público”, dice textualmente la nota.
Según la misma declaración, si se decidiera que sea el Estado el que lleve a cabo la exploración y posible explotación, habría que financiarlo con nuevos impuestos porque los bancos internacionales no financian hoy proyectos con fósiles por la gran cantidad de riesgos que conllevan.
Si se hace la explotación por medio de una concesión, el país quedaría comprometido a darle ciertas condiciones y garantías mínimas a la empresa, que podrían significar poco o nulo ingreso para el país, de acuerdo con la misma carta pública.
“La marca sostenible que hemos construido le trae ganancias al país. Queremos una Costa Rica que siga liderando a nivel mundial en temas de energías renovables, de desarrollo sostenible, de democracia y de paz. El país tiene todo lo necesario para investigar, innovar y producir las energías y tecnologías del futuro, no hace falta volver a negocios del pasado”, dice finalmente el documento.
Es importante agregar que en el caso regional, los alrededores del volcán Arenal, como Pataste de Monterrey de San Carlos, cuentan con algunos yacimientos de gas natural, según expertos en geología.