El gobierno ecuatoriano declaró como terroristas a los grupos criminales vinculados al narcotráfico internacional, que en los últimos dos años desencadenaron una creciente ola de violencia en todo el país, con atentados con artefactos explosivos, secuestros, extorsión y asesinatos.
Esta nueva estrategia permitirá que las Fuerzas Armadas se integren en la lucha contra las estructuras criminales con acciones como investigación, ubicación y captura de los responsables.
Para reducir la creciente ola delictiva, por disposición del gobierno, las Fuerzas Armadas ya se habían sumado a patrullajes preventivos en las calles, especialmente en sectores de gran conflictividad y en carreteras, aunque no tenían la autorización de integrarse a una lucha abierta contras las mafias.
La decisión adoptada por el Consejo de Seguridad del Estado también sugirió al presidente, Guillermo Lasso, que emita un decreto con medidas coercitivas urgentes que incluyan el uso de armas letales para combatir la amenaza.
El general retirado Wagner Bravo, recién nombrado Secretario de Seguridad Pública, afirmó que esos grupos, a los que no identificó, “son una amenaza que atenta contra los elementos estructurales del Estado y por consiguiente a su seguridad integral”, pero no ofreció más detalles.
Las bandas de mayor repercusión en Ecuador son Choneros, Fatales, Gánsteres, Lobos, R7, Lagartos, Tiguerones y Chone Killers, que controlan sectores de las provincias del litoral ecuatoriano, por donde pasan los narcóticos en su ruta, principalmente, a Estados Unidos y Europa.
El año pasado Ecuador decomisó 210 toneladas de droga, especialmente cocaína, y en lo que va del año lleva 60 toneladas, de acuerdo con las autoridades.
El país, además registra a diario asesinatos vinculados al crimen organizado.