Periodistas salvadoreños consideran que más de un año de estado de excepción en El Salvador ha pasado factura a libertades fundamentales de los ciudadanos, como un deterioro grave en la libertad de expresión.
“El año pasado terminamos con 136 agresiones contra periodistas”, dijo Angélica Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas.
La comunicadora agregó que las agresiones registradas han venido desde las distintas instancias del Estado, pero, también de la Asamblea Legislativa, que ha creado las reformas legales para restringir el trabajo a los periodistas, a la vez que los salvadoreños están frente a un sistema judicial complaciente con el gobierno en turno.
El informe de Asociación de Periodistas Salvadoreños (APES) indica que el 49% de las agresiones provienen de funcionarios de segundo grado o de elección popular. Entre estos figuran elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada.
Víctor Peña, integrante de la mesa editorial de El Faro, quien anunció el traslado de sus oficinas a Costa Rica ante el acoso sufrido por parte del gobierno de Bukele, dijo que lo más grave es la restricción de los poderes del Estado.
También, advirtió que han avanzado en una estrategia para “aniquilar a los medios de comunicación independientes e imponer su mensaje”, lo que ha derivado en que no haya un equilibrio democrático ni político del espectro informativo en el país centroamericano.
Peña también eleva una autocrítica al gremio de los periodistas y señala que comunicadores que en gobiernos anteriores se supo públicamente que recibían sobornos desde el oficialismo, hoy son figuras alineadas con el actual Ejecutivo y forman parte del engranaje que maneja las narrativas hegemónicas, lo que ha conllevado al descrédito de la profesión y hasta de los medios de comunicación.
“Los mismos periodistas que se encargaron de que el periodismo perdiera credibilidad son los mismos que hoy trabajan desde el aparato de propaganda para destruir al periodismo”, dijo Peña.
El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Michael Greenspon, alertó en días recientes, durante la reunión semestral del organismo regional, que el acoso contra los periodistas no sólo forma parte de los países con dictaduras establecidas.