Los propietarios de los locales comerciales arrasados por la cabeza de agua, lodo y troncos que bajó este domingo, minutos antes de las 4:00 p.m. por el cauce del río Aguas Zarcas, reclaman a la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) y la Municipalidad de San Carlos la presunta falta de información clara sobre el riesgo real que existía.
De acuerdo con Emilie Barrantes, de soda Doña Edu, uno de los negocios que destruyó la fuerza del agua, es falso que esas autoridades los alertaran de manera oportuna de que debían desalojar los inmuebles ante el riesgo de la avalancha que se llevó su esfuerzo.
Entre lágrimas, la joven afirmó que lo único que les habían dicho días atrás era que lo más grave ya había pasado.
Ella se refería a las pequeñas avalanchas de lodo que empezaron a presentarse a partir del pasado lunes 17 de julio. No obstante, lo peor estaba por venir y sucedió la tarde de ayer y aunque no produjo pérdidas de vidas humanas, los daños materiales son millonarios.
“En ningún momento nos dijeron nada, fue en el momento, salir y correr y tampoco nos dejan entrar a salvar algo de lo mucho que se perdió, por lo menos ropa”, sostiene Barrantes.
Estos vecinos de Aguas Zarcas afirman que nunca hubo un Plan de Evacuación para ellos y públicamente. manifestaron su agradecimiento a un particular, quien les dio la voz de alerta de cuando la cabeza de agua se acercaba.
En el punto de la catástrofe también existían tres casas de habitación, cuyas familias se quedaron solo con lo que andaban puesto, pues tampoco ninguna autoridad de las que avaluaban el desplazamiento de la cuenca alta del Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco les recomendó que evacuaran.
Mientras tanto, en la CNE y el Comité Municipal de Emergencias (CME) defienden su trabajo, sin embargo, tampoco refutaron el reclamo de las familias afectadas.
“Me solidarizo con ustedes. Las decisiones que hemos venido tomando, son decisiones consensuadas, son decisiones que tomamos con Cruz Roja, Bomberos y, realmente, en el proceso que sigue, me gustaría acompañarlos para ver que fue lo que sucedió y en qué tenemos que mejorar”, les expresó Alejandro Picado, presidente de la CNE a los afectados, quienes le reprochaban entre gritos la falta de información.
La semana pasada, el geólogo de la CNE, Julio Madrigal, dijo luego de hacer una visita al área de impacto, que seguiría cayendo más terreno asociado al deslizamiento principal y que las comunidades aledañas al río Aguas Zarcas debían estar en alerta.
Es importante señalar que, pocos después de las 4:00 p.m,, a los damnificados se les permitió el acceso por algunos minutos al sector de la catástrofe para que rescataran algunas de sus pertenencias, como los rótulos de sus negocios, láminas de zinc, pantallas de televisión, mesas y sillas, en el caso de las sodas.
La negativa de ingreso a sus antiguas fuentes de trabajo había sido su mayor reclamo desde la madrugada de este lunes 24 de julio, así como el hecho de que maquinaria pesada que amontonaba los escombros estuviera dañando algunos bienes que ellos podían rescatar, como cilindros de gas, según denunciaron.
Los comerciantes damnificados alquilaban esos locales al señor Sigifredo Luna, un reconocido vecino de Aguas Zarcas, tal como ellos mismos lo hicieron saber.