- Uno de los locales fue allanado con una orden judicial
En un operativo conjunto contra la minería ilegal en Crucitas de Cutris de San Carlos, oficiales de las policías de Fronteras, Fuerza Pública y Migración y Extranjería intervinieron el fin de semana varias cuarterías que servían como centro de operaciones para diversas actividades ilegales.
La oficina de prensa del Ministerio de Seguridad confirmó que, en la cuartería de “Toñito” ocultaban Mercurio.
También, encontraron a un grupo de nicaragüenses en condición migratoria irregular, quienes se hospedaban en habitaciones sumamente insalubres.
En el sitio ubicaron más de 23 gramos de Mercurio, una sustancia empleada en la extracción de oro y altamente peligrosa para los humanos. El Ministerio de Salud se hizo cargo de este tóxico.
El mismo reporte indica que, varios de los indocumentados tenían en su poder diversas herramientas para la práctica de la minería ilegal.
Por otra parte, en “La Casona”, otra de las cuarterías allanadas en Cutris, las autoridades policiales encontraron un criadero de gallos de pelea y un cuarto para, aparentemente, consumir drogas.

Ahí decomisaron 17 gallos con signos de maltrato y ubicaron a otro grupo de nicaragüenses sin autorización para permanecer en Costa Rica.
Los 17 gallos de pelea fueron entregados al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), mientras que los extranjeros quedaron a la orden de las autoridades de Migración.
Ante la falta de colaboración de los encargados de “La Casona”, los oficiales fronterizos tuvieron que custodiar el inmueble durante 24 horas, hasta contar con una orden judicial para allanarlo.
Además de los indocumentados, encontraron otra cantidad importante de herramientas usadas para practicar la minería ilegal, como palas, sachos y platones para lavar el oro.
Las autoridades agregan que, en el cuarto destinado para el aparente consumo de drogas, los oficiales hallaron varias dosis de marihuana y residuos de supuesto crack y cocaína.
El Ministerio de Salud clausuró las habitaciones usadas como cuarterías, solo quedó habilitada la parte donde residen los dueños o encargados.
Las dos cuarterías albergaban un total de 32 nicaragüenses en condición migratoria irregular, quienes fueron devueltos a su país de origen.