Después del arroz, el trigo y el maíz, el plátano es uno de los cultivos más importante en todo el mundo y en el caso de Costa Rica, además, de ser un alimento básico para acompañar el “gallopinto” cada mañana, constituye una importante fuente de empleo.
En el distrito de Cariari de Pococí, en la provincia de Limón, la siembra de plátano es fuente de sustento para 14 familias campesinas, a quienes el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER) hizo entrega de equipo agrícola con el objetivo de que puedan aumentar la producción en los próximos meses.
Esas familias conforman la Asociación de Agricultores y Productoras Esperanza Caribeña (AGRIPROESCA), que arrenda una finca para este tipo de cultivo en el Triángulo de Cariari, la cual es propiedad del Inder.
La entrega de equipo consistió en una motobomba para la aplicación de productos fitosanitarios y una motoguadaña equipada con aditamentos para el control de malezas.
“La inversión realizada en este proyecto fue de ₡9 millones”, indicó el INDER en un comunicado.
La producción de plátano ha venido a menos en Costa Rica desde el comienzo de la pandemia, así como por los altos costos de producción, cambio climático y plagas, según datos del Ministerio de Agricultura, lo que ha obligado a la industria procesadora a resolver sus necesidades con importaciones.
Con este tipo de iniciativas, el INDER procura tender una mano a los pequeños productores, con siembras muy artesanales, pero, que les permiten sacar adelante a sus familias. El objetivo es que puedan aumentar la producción y los ingresos económicos familiares en el mediano plazo.
El plátano es también fuente de vitamina B6 y ácido fólico.