El jueves anterior, en la Comisión de Ingreso y Gasto Público comparecieron Reinaldo Vargas Soto, auditor de CONAVI, y Hannia Rosales, exdirectora interina de la misma institución. En su comparecencia se reveló que en el tramo Sifón – La Abundancia, de la Carretera Florencia-Naranjo, se detectaron movimientos de tierra y excavaciones entre los años 2005 y 2013 que se presume nunca se hicieron y que la empresa pudo cobrar hasta 65 millones de dólares no justificados.
Vargas Soto auditor de CONAVI desde hace diez años, indicó que la empresa CACISA que tenía a cargo la supervisión de la obra en el 2011 presentó un informe donde señala anomalías con la trazabilidad en los movimientos de tierra y excavaciones, pero que no es sino hasta el 2019 cuando se realiza la investigación que termina con una denuncia penal, gracias al informe aportado por el Instituto Costarricense de Electricidad que tuvo a cargo un estudio sobre esa ruta.
En el informe de CACISA del 2011 se advierte que no se determina a donde se movieron 3,5 millones de metros cúbicos de tierra, pero al final se habla de hasta 15 millones de metros cúbicos que tendrá que exclarecer un tribunal, donde fueron a parar, o si se trata de una estafa para el Estado por parte de la empresa Sánchez Carbajal quien tenía a cargo esa obra.
Las diputados Sofía Guillén y Ada Acuña cuestionaron a el auditor el hecho de que pasaran tantos años sin que se planteara una denuncia por los movimientos de tierra y excavaciones fantasmas, cuestionaron el papel de la auditoria y solicitaron conocer el informe presentado por el ICE sobre las irregularidades presentadas en el tramo Sifón la Abundancia de la Carretera a San Carlos.
Sobre la denuncia penal presentada el auditor explicó que se busca esclarecer los movimientos de tierra, las excavaciones, un tema ambiental y el nombramiento de la directora del proyecto en el 2020, por un aparente conflicto de intereses.
Sobre el último tema explicó que se trata del nombramiento de la ingeniera Ileana Aguilar en el 2020 cuando el MOPT asume esa carretera y al parecer ella estaba contratada por un consorcio de Administradores viales de la Región Norte.