Un total de 2.657 estudiantes de primaria y secundaria no completó el curso lectivo 2022 en San Carlos, un escenario que inquieta y angustia porque alimenta el riesgo social hacia este importante sector de la población.
Adixa Arce, Trabajadora Social y representante de la Junta de Protección a la Niñez y Adolescencia de este cantón expuso la cifra a las autoridades municipales.
De acuerdo con la representante de la niñez sancarleña, esa cantidad de menores que quedó fuera de las aulas durante el año pasado, representa una exclusión educativa de casi un cuatro por ciento a nivel de la Zona Norte.
“Y nos dimos cuenta que el cantón de San Carlos, 2.657 estudiantes de primaria y secundaria, por diversos factores, no permanecieron en el sistema educativo. Eso representa para acá, para el cantón, 3,81% de exclusión”, enfatizó Arce.
La Trabajadora Social agregó que la Junta de Protección a la Niñez y Adolescencia trabaja en varias estrategias, entre ellas, el programa “Puente a mi colegio”, con las que buscan parar la deserción escolar.
Sin detallar en las causas que alejaron a esos casi 3.000 niños de las aulas, Adixa Arce señaló ante los regidores que, los menores sin una actividad productiva son más vulnerables a problemas sociales como las adicciones.
“Por el momento, como beneficiarios tenemos 12 centros educativos y más de 300 estudiantes líderes en condiciones de vulnerabilidad, quienes han sido capacitados y motivados para que se enganchen y se queden en el sistema educativo”, adicionó la Trabajadora Social.
En esta Región Norte, la pobreza, la falta de oportunidades y la inseguridad son realidades que obligan a muchos niños y adolescentes a dejar las aulas y que, en el caso de San Carlos, golpean con más dureza a distritos como Pital, Pocosol y Cutris.
Con este acercamiento a los concejales, la Junta de Protección a la Infancia de San Carlos espera contar el año entrante con algún respaldo económico municipal para llevar el programa “Puente a mi colegio” a más centros educativos del cantón.
Esta organización responde a las necesidades de la infancia con una experiencia de trabajo en comunidad.