El Salvador tuvo una época de oro en la que el cultivo del café fue uno de los productos que abanderaba su economía. Pero el impacto del cambio climático, entre otros factores, ha hecho que el aroma de uno de sus mayores orgullos, se esfume en el pasado.
El café es una de las bebidas más populares a nivel mundial. Su sabor y bajo precio lo hacen indispensable y accesible para millones.
El Salvador se ha caracterizado siempre por ser un productor de café. Hace tres décadas se producían más de 4 millones de quintales anuales, pero ahora su producción ha bajado significativamente.
“La última cosecha que hemos tenido aquí fue de 758 mil quintales”, expuso Omar Flores Hidalgo, presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador.
Diversos factores han impactado la producción, pero el Cambio Climático es un problema que abruma a los productores.
“En el Cambio Climático se generó el hongo de la roya y abarcó demasiado a El Salvador; lo destruyó totalmente el producto del café, a las variedades susceptibles. Ha afectado porque como hoy el clima está loco. Todo el mundo cafetalero, todos se quejan de la roya”, dijo Juan Carlos Gregg, productor de café.
Hace unas décadas esta enfermedad impactaba solo a cafetales de baja altura, pero ahora el problema se ha generalizado.
En El Salvador, los productores luchan por ganarle al cambio climático. Para sobrevivir, algunos buscan tierras más altas o siembran variedades de café más resistentes al clima y quienes no logran adaptarse, terminan por vender sus terrenos o migran a otros cultivos.
Aunque ahora una taza de café tiene un costo asequible en el pulgarcito de América, el impacto del clima en la producción podría hacer que en futuro se convierta en una bebida de lujo.