Costa Rica se prepara para ganarle el pulso a los incendios forestales que puedan presentarse durante todo el 2024 en el territorio nacional, ya que los pronósticos alertan de una temporada seca más calurosa de lo normal debido a las rabietas de El Niño, fenómeno que provocaría una reducción en las lluvias y un aumento importante en las temperaturas.
Dicho escenario podría contribuir a que se dé una mayor incidencia de fuegos en matorrales y áreas naturales bajo protección estatal.
David Chavarría, director ejecutivo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), reveló que, en años donde se presenta el fenómeno ENOS, se queman unas 50.000 hectáreas, cerca de 15.000 más que cuando dicho fenómeno está ausente.
El ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, dijo que con la adquisición de estos recursos, el país dispondrá de una mejor intervención y que los bomberos forestales podrán trabajar de forma más segura.
“Durante la temporada de incendios forestales, estos vehículos estarán destacados en las oficinas del Programa Nacional de Manejo Integral del Fuego a nivel nacional, o bien, pueden estar de forma transitoria en varios lugares donde exista infraestructura de la institución, resguardo adecuado y cuido, permitiendo un desplazamiento en tiempo y forma a los sitios donde se presenten las emergencias”, señaló Tattenbach.
En la temporada de incendios forestales 2022, la afectación en Áreas Silvestres Protegidas fue 4.137 hectáreas, mientras que en este 2023 subió a 5.108 hectáreas, con el incendio ocurrido en el mes de abril en el Parque Nacional Palo Verde como protagonista.
Estos nuevos vehículos cuentan con pintura y rotulación especial, con base a la normativa internacional en materia de incendios forestales.

Este año, el MINAE-SINAC contó con el apoyo de 671 bomberos forestales voluntarios, altamente capacitados.
La compra de cada una de estas unidades significó una inversión de 429 millones de colones, según el Gobierno.