El Decreto que anunció el presidente de la República, Rodrigo Chaves, para bajar los impuestos al arroz importado del 36% al 5% es aplaudido por unos y criticado por otros.
Los críticos anuncian que esta firma es el entierro de los pocos productores de arroz que tiene Costa Rica y que, en adelante, como se ha hecho con otros productos como el maíz y los frijoles, pasaríamos a depender del mercado internacional.
El mandatario Chaves Robles, por su parte, dijo en la conferencia de prensa este miércoles, luego del Concejo de Gobierno, que se acabaron los regalos de los consumidores más pobres del país a un puñado de industriales del arroz, una estructura que se creó para que hayamos pagado por décadas un precio alto por este cereal.
¿Mañana qué sigue? ¿Azúcar, cárnicos, café…?
La crítica no se ha hecho esperar. Rojis Bermúdez, expresidente ejecutivo del CNP, en redes sociales fue duro al asegurar que dicho Decreto es la estocada final al productor de arroz costarricense y se preguntó ¿Qué sigue? ¿El azúcar, los productos cárnicos o el café?
Justificó que, antes de 1998 Costa Rica gozaba de un auge importante en la producción agropecuaria, ya que se sembraban 75.000 hectáreas de arroz y 1.600 productores eran parte del sector arrocero. También, se producían 450.0000 quintales de frijol.
“El agro era un eje importante en el desarrollo económico del país, pero no todo lo bueno dura para siempre, dura hasta que alguien ve la posibilidad de engordar su bolsillo a costa de los demás”, lamentó Bermúdez.
Agregó que:
“Vinieron las políticas aperturistas, que señalan que es mejor importar que producir y entonces, la producción de maíz se vino a casi cero, bajamos a menos de 35.000 hectáreas de arroz, con no más de 400 productores y una raquítica producción de 160.000 quintales de frijol y los genios de la apertura tuvieron la gran idea de liberar el precio del frijol y sufrió un alza estrepitosa, hoy vale más de 1.400 colones el kilo en algunos supermercados”, argumentó Bermúdez
El expresidente del CNP explicó que sucedió lo mismo con el arroz y que, a pesar de la reducción de áreas de siembra, el precio se mantuvo estable y el sector un mediano desarrollo, generando empleo y moviendo la economía rural.
“La anunciada ruta del arroz no es más que la estocada final para el productor y el resultado de los aportes que todos sabemos, algunos empresarios hicieron en campaña electoral. He visto cosas buenas en este frío inicio de Gobierno, pero ninguna que beneficie o fortalezca al sector agropecuario, para iniciar, nos agarraron a aguacatazos, luego nos maravillan con la Alianza Pacifico, la negociación del TLC con Ecuador y hoy. la apertura y desgravación arancelaria para el arroz pilado”, señaló.
Finalmente, el exjerarca del Concejo Nacional de Producción fue más duro y se preguntó: ¿Por cierto, quienes son los importadores de arroz pilado?
Otro de los críticos del Decreto firmando por el presidente Chaves esta semana fue Oscar Campos, dirigente guanacasteco, exdiputado y exministro de Agricultura
¨Quiero decirle al señor presidente que no son palabras proféticas, pero este Decreto es el fin de la actividad arrocera costarricense, la misma justificación se había dado con los frijoles, dijeron que cuando liberáramos los frijoles, los consumidores tendrían frijoles baratos y no solo no bajaron de precio, si no que hoy no producimos ni el 17% de lo que consumimos. Arroz producíamos el 80% y con las aperturas, solo producimos el 37% y con este Decreto van a desaparecer y solo quedarán aquellos que siembren para autoconsumo o que le paguen algún precio diferenciado por producir arroz costarricense”, dijo Campos.
El dirigente desmintió que el arancel hoy este en el 36%, según indicó, está en el 16% porque en las negociaciones con Estados Unidos se fue disminuyendo paulatinamente.
Campos justificó el impuesto o arancel al arroz importado en los desbalances que como país tenemos con otras naciones, como son la tecnología, horas luz, las llanuras para producir, la maquinaria y los costos porque es más barato producir, principalmente, en países de Suramérica.
También, desmintió que van afectar a los industriales porque ellos saldrán a comprarlo igual que los importadores y los consumidores, de momento recibirán una disminución, pero luego aumentaran los precios como lo han hecho con el frijol, donde nunca los importadores trasladan el beneficio al consumidor.