Parada sobre las hojas de un pequeño arbusto, disfrutando de los rayos del sol mientras cargaba con tranquilidad a su compañero sentimental con la cabeza arrancada, sin vida… un crimen que ella misma cometió.
Así encontramos a esta mantis hembra o “mula del diablo” en San Juan de Ciudad Quesada. Después de encontrar al amor de su vida, el romance terminó en una verdadera tragedia para el macho.
¿Por qué tanto canibalismo sexual de la mantis hembra? ¿Es amor u odio? ¿Por qué lo permite el macho?
Para responder a estas preguntas, en el diario digital La Región consultamos a la bióloga, Priscilla Benavides, quien explicó la razón por la que algunas mantis hembras se comen a sus parejas.
De acuerdo con la científica Sancarleña, en estos casos se trata de un acto de amor puro, ya que los machos se dejan devorar durante el sexo para asegurar la vitalidad de toda su descendencia.
“Podríamos decir que es un acto de amor, ya que el macho sabe que él cópula y está muerto. Tras depositar su esperma en la mantis hembra, él permite ser devorado para asegurar que ella tenga suficiente alimento para que de sus huevecillos nazcan y crezcan hijos sanos y fuertes”, dijo Benavides.
La personalidad de las mantis religiosas es solitaria, pero, en la época de apareamiento las hembras segregan feromonas que atraen a varios machos, aunque solo uno de ellos es el elegido.
El tiempo de apareamiento suele durar alrededor de dos horas. Durante el cortejo, estos insectos lo primero que hacen es arrancarle la cabeza y después siguen con las demás partes de su cuerpo.
Con su sacrificio mortal, ellos aportan un 90 por ciento de nutrientes a sus parejas para el desarrollo de las crías, destacó la bióloga.
Descendencia abundante
La mantis hembra puede llegar a poner hasta 400 huevos, que coloca dentro de una cápsula esponjosa, llamada ooteca, que se adhiere a las ramas.
“Muchas personas tratan de forma morbosa la reproducción de este tipo de insectos, pero, es una cuestión de supervivencia. En esta especie particular, el macho está dispuesto a morir para que la hembra adquiera los nutrientes necesarios para garantizar la reproducción de su tipo, es una cuestión de naturaleza”, añadió Benavides.
La bióloga destacó que no todas las mantis religiosas canibalizan a sus parejas. En el mundo existen más de 2.400 especies, según la comunidad científica.
La “mula del diablo” no es peligrosa para los seres humanos, por lo que podemos disfrutar con tranquilidad de las curiosidades de este insecto.