En el mundo, uno de los trastornos más comunes y de los que poco se habla son los tiroideos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, alrededor de 750 millones de personas padecen alguna enfermedad asociada a la tiroides.
Ésta es una glándula que tiene forma de mariposa y que se encuentra en la parte frontal inferior del cuello, debajo de la laringe; su importancia radica en que es la encargada de producir, liberar y almacenar hormonas relacionadas con la mayor parte de las funciones corporales, entre ellas el crecimiento y el metabolismo.
Especialistas en endocrinólogos hacen un llamado a hablar abiertamente y conocer más acerca de estos trastornos, los cuales se manifiestan cuando la glándula no funciona adecuadamente, ya sea porque está secretando demasiada hormona o porque no está generando la suficiente.
Existen algunos otros padecimientos relacionados con ésta, como el cáncer de tiroides, tiroiditis o la enfermedad de Hashimoto.
“La hormona tiroidea tiene un impacto significativo en los cambios en el cuerpo y juega un papel sustancial en el funcionamiento del corazón y el sistema cardiovascular, tal es el caso de los pacientes con hipertiroidismo e hipotiroidismo, enfermedades que causan una gran variedad de alteraciones hemodinámicas y cardiacas que pueden conducir a eventos cardiovasculares, arritmias e insuficiencia cardiaca, por mencionar algunos”, explicó el Dr. Ismael Guzmán, Médico Internista en el Hospital Roosevelt, de Guatemala.
La importancia de realizarse chequeos continuos radica en la posibilidad de identificar estos padecimientos y evitar las consecuencias que podrían derivar.
Se estima que alrededor del 60% de la población que tiene algún trastorno tiroideo lo desconoce y, tampoco es diagnosticado oportunamente, debido a la similitud que tienen sus síntomas con los de otros padecimientos.
“Muchas veces los pacientes no toman en consideración señales como cambios en el estado de ánimo, depresión, aumento de peso, estreñimiento o fatiga, que son síntomas asociados a los trastornos tiroideos. Además, en caso de confirmar la existencia de algún desorden como el hipotiroidismo, el apego al tratamiento es fundamental para lograr una mejora en la calidad de vida de las pacientes”, destacó el Dr. Guzmán.