Costa Rica confirmó el primer caso de síndrome pulmonar asociado al vapeo. El paciente es un menor de solo 16 años de edad, quien tenía poco más de 3 meses de vapear diariamente y lo hacía a escondidas de sus padres.
Esta alerta la hace la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El adolescente vapeaba todos los días, lo que lo llevó a ser hospitalizado en una unidad de terapia intensiva durante casi un mes, debiendo estar con ventilación mecánica asistida o intubado como se conoce regularmente a este tratamiento.
“No es inofensivo, no es un método para dejar de fumar, no tiene nada de cool y, por el contrario, es capaz de enviar al hospital a quien lo utiliza y poner en riesgo su vida”, es el mensaje que médicos de la Caja emitieron esta semana tras dicho caso.
Este síndrome, conocido como EVALI por sus siglas en inglés, produce lesiones pulmonares asociadas al uso del cigarrillo electrónico o vapeo,
La Dra. Marny Ramos, coordinadora de las clínicas de Cesación de Fumado y Vapeo de la CCSS, indicó que los pacientes que presentan EVALI van a tener, por lo general, dificultad para respirar y tos, así como dolor en el pecho, flemas con sangre y taquicardia, entre otros síntomas.
Las lesiones pulmonares producto del vapeo pueden presentarse días o semanas después de comenzar a vapear y son potencialmente mortales.
Según la especialista, los productos utilizados para vapear generan inflamación pulmonar, ya sea que contengan nicotina o no. La nicotina es una de las sustancias con propiedades estimulantes y es responsable de la dependencia, pero, también existe el formaldehido, un cancerígeno que puede ser generado por un vaporizador.
Sólo en los Estados Unidos se presentaron 2 290 casos de este síndrome con 47 muertes registradas a noviembre del 2019.
Los médicos de la Caja llaman a la población para que reconozca los peligros de utilizar estos dispositivos, además, piden a padres y madres de adolescentes conversar sobre los efectos del vapeo, demostrados ahora con el caso de este menor de 16 años, cuya vida se vio en riesgo a causa de esta nociva práctica.
Los jóvenes costarricenses son los principales consumidores de estos productos,