La tercera parte de las mujeres que viven en los países en desarrollo, como los latinoamericanos, se convierte en madre antes de los 19 años y casi la mitad de las madres adolescentes, dan a luz antes de los 17 años de edad.
Se trata de una cruda realidad que desnuda un estudio realizado por el Fondo de Población de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Dicho estudio advierte que, las complicaciones del parto son una de las principales causas de muerte de las madres adolescentes y da lugar a otras graves violaciones de derechos humanos, como el matrimonio infantil.
Para la Directora Ejecutiva, esas estadísticas evidencian que el mundo le está fallando a las adolescentes.
“Los embarazos repetidos entre las madres adolescentes son una clara señal de que esas chicas necesitan información, servicios de salud sexual y reproductiva desesperadamente”, dijo Natalia Kanem.
Remediar este fenómeno social, que desafortunadamente disminuye a un ritmo que alcanza apenas tres puntos porcentuales por década, requiere inversiones por parte de los gobiernos que amplíen las oportunidades, educación y capacidades de las adolescentes para evitar así embarazos precoces no deseados.
“Cuando las niñas puedan trazar el curso de su vida, la maternidad en la infancia se volverá cada vez más rara”, afirmó la titular del Fondo.
La agencia de la ONU recomienda a los responsables de elaborar políticas públicas, tomar en cuenta la urgencia de ofrecer a las niñas educación sexual integral, apoyo social y servicios de salud de calidad, además de brindar apoyo económico a las familias e involucrar a las organizaciones locales.
El informe revela que, de acuerdo con los datos del periodo 2015-2019, aunque la fecundidad mundial ha disminuido, las mujeres que comenzaron a tener hijos en la adolescencia tuvieron casi cinco nacimientos al llegar a los 40 años.
El documento explica que, una vez que han tenido un primer hijo en la adolescencia, las jovencitas tienden a seguir embarazándose.