La incidencia del Cáncer de Cabeza y Cuello ha ido en aumento en los últimos años entre la población centroamericana, llegando a ocupar el puesto número 22 en el ranking de los principales tipos de cáncer en la región, de acuerdo con estadísticas presentadas por el Observatorio Global de Cáncer.
El aumento de este tipo de tumores ha sido tal que, tan sólo en 2021, se diagnosticaron más de 2 mil casos de cáncer de cavidad oral o labio.
“Los cánceres de Cabeza y Cuello se producen en ciertos órganos que comprenden esta región corporal superior y se estima que más del 90% de los tumores comienzan en células planas como las que recubren la boca, nariz y garganta, haciendo que la enfermedad se manifieste en la zona de la lengua, paladar, amígdalas o anginas y laringe, principalmente” explicó el Dr. Iván Coto, Médico especialista en Oncología.
Al ser un tipo de cáncer poco conocido y en el marco del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, que se conmemora cada 27 de julio, especialistas oncológicos hacen un llamado a la población a conocer los factores de riesgo y síntomas, así como a fomentar la detección oportuna y el tratamiento adecuado.
Si bien, los factores genéticos como la edad juegan un papel determinante para el desarrollo de este padecimiento, que se presenta comúnmente en mayores de 50 años, existen otras causas relacionadas con malos hábitos en el estilo de vida que contribuyen a la aparición de tumores malignos en el área de la cabeza y cuello, principalmente en los jóvenes.
“El consumo excesivo de alcohol y tabaco, que en la mayoría de los casos propicia una mala higiene bucal, es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de cabeza y cuello. Sin embargo, en la actualidad, entre el 30 y 75 por ciento de los casos se presentan como consecuencia de prácticas sexuales sin protección, tales como la infección provocada por el Virus del Papiloma Humano (VPH)” agregó el Dr. Coto, especialista en Oncología.
Aunque los síntomas pueden identificarse fácilmente, el desconocimiento de la enfermedad entre la población provoca falta de atención a señales como úlceras en la lengua, zonas de sangrado o manchas rojas o blancas en las encías, persistente dolor de garganta, dificultad para pasar los alimentos, ronquera y nariz congestionada, entre otros.
Es fundamental identificar anomalías en la garganta, lengua, paladar o encías, ya que es un primer paso para cuestionarse sobre la posibilidad de padecer esta afección y acudir con un especialista que haga una revisión exhaustiva, con la cual descarte o detecte la formación de tumores o desarrollo de células cancerígenas.
Cuando se tiene un diagnóstico temprano, 8 de cada 10 casos pueden tratarse y ampliar significativamente el tiempo de supervivencia. No obstante, el tratamiento depende del estadio y la localización de la enfermedad, así como de la salud general del paciente.
Estos datos fueron revelados por la Unidad de Oncología de Merck Centroamérica y Caribe.